Análisis con Sara Oliveira, responsable del Centro de Excelencia de Green Energy en Navantia Seanergies y Juan de Dios López, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica
El desarrollo de la eólica marina flotante en España avanza a un ritmo más lento del necesario, lo que pone en riesgo una gran oportunidad industrial para el país. Pese a contar con el marco regulatorio aprobado mediante el Real Decreto 962/2024, el sector permanece a la espera de la convocatoria de la primera subasta, que requiere dos órdenes ministeriales aún pendientes de publicación.
Juan de Dios López, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica, advierte de que esta incertidumbre genera importantes perjuicios para un sector que requiere grandes inversiones y visibilidad a largo plazo.
Una cadena de valor preparada pero en riesgo
España cuenta actualmente con una cadena de valor sólida para la eólica marina. Sara Oliveira, responsable del Centro de Excelencia de Green Energy en Navantia Seanergies, afirma que "el 75% de la capacidad industrial para realizar proyectos de energía eólica marina se consigue con empresas nacionales".
Sin embargo, esta cadena de valor se dedica principalmente a la exportación. "En un contexto con cierta volatilidad, como lo que ha pasado en Estados Unidos donde están cancelando proyectos offshore, tener un mercado doméstico ayudaría a mitigar ese impacto", señala López.
Oliveira destaca que este "momento de impasse" debe aprovecharse para prepararse para el futuro: "Navantia Seanergies está apostando por la innovación, desarrollando proyectos de I+D para capacitarse en estas tecnologías, validar requisitos y fomentar mejoras tanto en productos como en procesos".
Plazos realistas y objetivos alcanzables
España mantiene un objetivo de 3 gigavatios de eólica marina para 2030 en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, pero los retrasos complican su cumplimiento. López considera que, siendo realistas, si en 2026 se aprobara la orden ministerial y hubiera una primera subasta, no veríamos el primer megavatio eólico marino en España hasta aproximadamente 2033."No debemos obsesionarnos tanto con llegar a tres gigavatios en 2030, sino con poner en marcha los primeros parques para aprender de esas primeras subastas y desarrollar nuestro propio esquema de generación y promoción de la eólica marina flotante", explica el director técnico de la AEE.

Desafíos y oportunidades para el sector
Entre los principales retos identificados destaca la escasez de profesionales cualificados. Oliveira explica que desde Navantia Seanergies "estamos trabajando con la cantera, acercándonos a universidades y grupos de investigación para trasladarles nuestras necesidades reales e implementar formación específica".
Otro aspecto crucial es la coexistencia con otros sectores, como el pesquero. Juan de Dios López aclara que "la suma de la superficie ocupada para los primeros mil megavatios será inferior al 0,1% de la extensión del mar de toda la costa española", y que la mayoría de zonas designadas para el desarrollo eólico marino están lejos de la costa, "fuera del ámbito de las 12 millas (18 kilómetros)", minimizando así el impacto visual.
Mientras el sector espera señales claras, ya se observa una "fuga" de capitales hacia otros mercados más activos. "Varias empresas relevantes, grandes promotores, han decidido centrar sus esfuerzos en otros mercados", advierte López, quien insiste en la necesidad de "una planificación con visibilidad a largo plazo desde una perspectiva estratégica".
El sector continúa reclamando acciones urgentes para no perder esta oportunidad industrial que podría generar miles de empleos, reducir costes energéticos y consolidar a España como referente mundial en esta tecnología disruptiva que, por las características de nuestra costa, representa la única opción viable para aprovechar la energía eólica en el mar español.
