Cuando todo el mundo está pendiente del nuevo libro que destapa la vida en la Casa Blanca y su protagonista ha sido quien más ha hecho por divulgar la posibilidad de que mucha de la información que circula no solo tenga influencia en los medios, sino que pueda tener efectos en las elecciones, hay que destacar la iniciativa legislativa de Macron: Quiere evitar la propagación de noticias falsas.

El problema es que va a ser muy difícil trazar los límites entre alguna forma de control y el respeto al régimen de derechos y libertades.

En Internet propone que se conozca a quien patrocine sus contenidos. Quiere transparencia para saber quién está detrás de esas noticias.

En Televisión, las autoridades que ya controlan los contenidos y tiempos en dichos periodos electorales dispondrán de más poderes para detectar la injerencia de otros estados.

Y como mecanismo de cierre, la Justicia podrá actuar con más rapidez y eficacia si se denuncian dichas noticias falsas.

Como se ve calidad de la información y libertad de expresión y de prensa frente a frente en pos del funcionamiento democrático que va a dar mucho que hablar.

En conclusión, la iniciativa tiene sus riesgos y ya veremos qué forma se le da.  Seguro que contará con grandes defensores y detractores y hay que enmarcarla en un contexto electoral pero más de uno se preguntará, puestos ya, por qué limitarla al contexto electoral y no a tanta información, que no opinión, ajena a la realidad que circula sobre todo en canales tipo Internet.