La Administración de Justicia española enfrenta un momento crítico de transformación, marcado por la incertidumbre y la falta de consenso en las reformas implementadas. En este contexto nace PROLAJ, la Asociación Profesional de Letrados de la Administración de Justicia, una iniciativa que busca modernizar la representación del colectivo y defender no solo los intereses corporativos, sino también la justicia en mayúscula y los derechos de los ciudadanos.

Alejandro Asensio, presidente nacional de PROLAJ, y Adrián Gómez Linacero, presidente de la asociación en Madrid, presentaron en Capital Radio las razones que han motivado la creación de esta nueva plataforma profesional. "Hacía falta una asociación mucho más moderna, una asociación más transparente y una asociación en la que diera valor añadido", explica Gómez Linacero, subrayando que "ante una situación de gran incertidumbre, los tribunales de instancia parece evidente que tenemos que agruparnos".

Nace una nueva asociación de Letrados de la Administración de Justicia (PROLAJ)

Alejandro Asensio y Adrián Gómez Linacero afirman que PROLAJ busca transparencia, modernidad y una comunidad jurídica cohesionada.

Los letrados: directores técnicos del procedimiento judicial

Los letrados de la Administración de Justicia, antiguamente conocidos como secretarios judiciales, desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento de los juzgados. "Somos los directores técnicos procesales del personal de la Oficina Judicial", aclara Asensio, quien precisó que "nos encargamos de que el procedimiento se tramite correctamente y se respeten las garantías procesales para que esté todo perfectamente preparado y el magistrado limite prácticamente su función a resolver el fondo del asunto".

Además de su función de dirección y coordinación, los letrados tienen la "importantísima función de la ejecución de llevar a cabo el impulso de la ejecución de las resoluciones para que las sentencias no se queden en una mera declaración de intenciones", añade Asensio, destacando un aspecto muchas veces ignorado pero esencial para que la justicia sea efectiva.