Rusia retira las tropas de Siria después de asegurar la permanencia de Bashar Al-Asad al frente del Gobierno. Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa, asegura una base naval en el Mediterráneo en Tartús, funda una base aérea y consigue contratos para empresas rusas para la explotación de las reservas de gas y de petróleo durante 50 años. El aumento de su presencia en la zona, tanto militar como política, viene acompañado de un mayor prestigio por cumplir sus objetivos en Siria tras décadas fuera de la política de Oriente Medio. Todo esto a un precio armamentístico bajo, según Ignacio Alvarez-Ossorio, profesor de Estudios Árabes en la Universidad Autónoma de Madrid y coordinador de Oriente Medio y Magreb en la Fundación Alternativas.



La presencia en la guerra de Siria es para Rusia una "jugada redonda". Además del mantenimiento de Bashar Al-Asad del que deriva la mayoría de las ventajas estratégicas, se ha producido el acercamiento de Recep Tayyip Erdogán al gobierno ruso. A partir del golpe de Estado contra el presidente de Turquía, el país temió quedarse descolocado en las negociaciones de Oriente Medio. Desde entonces, Irán, Rusia y Turquía forman un bloque que ahora promueve las negociaciones de paz en Astaná.

Los rebeldes que lucharon en la guerra con la intención de cambiar la situación política en Siria han sido acallados, expulsados o continúan luchando en los focos activos. Muchos piden asilo político en Europa actualmente.