El conglomerado tecnológico y nuclear japonés, Toshiba, ha vuelto a desplomarse en la sesión de hoy en la bolsa de Tokio. Se ha dejado un 19% y arrastra tres días consecutivos de fuertes pérdidas después de anunciar que sufrirá un deterioro multimillonario de sus activos relacionados con la compra en 2015 de una compañía estadounidense de energía nuclear. Lo reconocía su consejero delegado, Satoshi Tsunakawa: “Todavía estamos calculando los números exactos, pero podría alcanzar hasta varios cientos de millones de yenes”.

También ha repuntado las rentabilidades de sus bonos y el coste para asegurarse contra el riesgo de impago de su deuda se ha disparado. Los CDS a 5 años se negociaban a 437/438 puntos básicos frente a los 75 pbs del lunes, según datos de Reuters.

El grupo japonés anunció el martes que el coste para completar los proyectos vigentes en EEUU de la constructora nuclear CB&I & Webster, que compró su filial Westinghouse en 2015, son superiores a lo inicialmente estimado, lo que podría deteriorar su valor en "varios miles de millones de dólares".

Toshiba reconoce que el deterioro del fondo de comercio está "bajo estudio" y que no puede precisar el impacto.

En lo que llevamos de semana las acciones de Toshiba han bajado más de un 40%.
Las agencias de calificación no han tardado en reaccionar. Moody´s y Standard and Poors que han rebajado su rating crediticio y la dejan en revisión para posibles nuevas rebajas.

S&P ve probable que el beneficio neto de Toshiba en el ejercicio 2016 quede bastante por debajo de las previsiones de la compañía, lo que provocará "una considerable erosión" del valor de sus acciones y una elevada probabilidad de que el negocio y situación financiera de la empresa se encuentre bajo una tensión adicional. Por su parte, Moody´s comenta que le preocupa la sostenibilidad de la liquidez a corto plazo de Toshiba, así como la sustancial y rápida erosión de su base de capital.