Los contratos de menos de siete días han pasado de representar el 13% del empleo temporal en el año 2007 al 25% en 2017. La duración media de los contratos celebrados se ha reducido en casi un mes en los últimos diez años y si en 2007 veíamos que los contratos duraban 82 días de media ahora la duración media ha disminuido hasta los 54 días. Es la última alerta emitida por Asempleo y AFI, que advierten del uso abusivo de este tipo de contratación, especialmente desde el inicio de la crisis.



El director del Gabinete Técnico de Asempleo, Alejandro Costanzo, explica en Información Capital que el uso de estas contrataciones de muy corta duración se ha incrementado especialmente desde el año 2013 "con más de 1.400.000 contratos de muy corta duración". Este aumento es consecuencia de que para muchos trabajadores, sobre todo aquellos menores de 35 años, "es la única forma de volver al mercado laboral", algo que también sucede en aquellos que forman parte del desempleo de larga duración. Costanzo explica que en gran medida se debe a una mayor actividad de las empresas de trabajo temporal y las necesidades propias del tejido productivo.

Sin embargo, alerta contra el fraude que se está produciendo en este tipo de contratación ya que "muchos de estos contratos de menos de siete días están fuera de los límites legales". En este sentido Costanzo reconoce que "la calidad y la estabilidad en el empleo se ha visto reducida" y pide al Ejecutivo que "evite que posiciones que se cubren con contratos temporales y que corresponden a indefinidos se cubran con indefinidos y no con temporales".