El cobre ha tocado este jueves un nuevo máximo de 15 meses. Lo más reciente, son los controles propuestos sobre la capacidad de fundición en China que han disparado todavía más los temores sobre la oferta después de que Freeport-McMoran haya reducido de forma drástica su previsión de producción minera en Indonesia.

El Foco | El precio del cobre sube, ¿seguirá al alza?

Un accidente en la segunda mayor mina de cobre del mundo y los controles que quiere imponer China han disparado el precio de este metal. Hoy ponemos el foco en las perspectivas para el cobre.

China y Freeport

En China se encuentra más de la mitad de la capacidad mundial de fundición de cobre. Las autoridades han propuesto medidas específicas para controlar la expansión de las fundiciones de cobre, ya que las tarifas de procesamiento, que se mantienen en niveles bajos, han reducido los beneficios de las fundiciones.

La noticia llega mientras los operadores también lidian con la subida de precios del miércoles, después de que Freeport haya tenido que parar la producción en su mina de Grasberg, en Indonesia, tras un grave accidente. Ahora prevé que la producción en 2026 sea un 35% inferior a la estimada con anterioridad.

Grasberg es la segunda mina de cobre más grande del mundo, por lo que esta interrupción es un duro golpe para el mercado global. La compañía no sabe cuándo podrá retomar la producción, pero no va a ser pronto.

Esto ha llevado a Goldman Sachs a rebajar su pronóstico global de suministro de cobre para 2025 y 2026. El banco estima que la pérdida total de suministro de cobre de mina alcanzará las 525.000 toneladas métricas como resultado de esta interrupción.

Y esto también ha llegado a Goldman a modificar su balance global de cobre para 2025, que pasa de un superávit proyectado de 105.000 toneladas a un déficit de 55.500 toneladas, aunque se espera que 2026 permanezca en un pequeño superávit.

De cara al futuro, los expertos creen que es probable que los precios del cobre sigan apoyados por las continuas interrupciones del suministro. 

La creciente demanda de este material ha generado tensiones. Hay que tener en cuenta que el cobre es básico para la transición energética, ya que se necesita para la producción de vehículos eléctricos o elementos relacionados con las energías renovables, pero también para los centros de datos e infraestructuras de inteligencia artificial, que están en pleno auge.