España afronta un problema estructural en la creación de empleo. Un nuevo informe de la Fundación Civismo documenta con precisión lo que muchas empresas vienen denunciando: el coste de generar puestos de trabajo en el país crece de forma sostenida desde 2021, presionando cada vez más los márgenes empresariales.
El coste laboral medio por trabajador supera actualmente los 3.256 euros mensuales, de los cuales 840 euros corresponden a costes no salariales. Estos últimos aumentan a mayor ritmo que los propios salarios, erosionando la competitividad empresarial.
Conocemos los detalles de este informe con Albert Guivernau, director general de la Fundación Civismo.
La Fundación Civismo revela que España soporta una cuña fiscal del 40,6% sobre el empleo, muy por encima de la media de la OCDE.
Una de las cuñas fiscales más altas de la OCDE
El estudio sitúa a España entre los países con mayor presión fiscal sobre el empleo. "España está manteniendo ahora mismo una de las cuñas fiscales sobre el empleo más altas de la OCDE, un 40,6% frente al 34,9% que es el dato medio", señala el informe. Esta carga recae principalmente sobre la cotización empresarial, que representa el 58% de dicha cuña.
Lo paradójico es que España presenta una presión fiscal cercana al 38% del PIB, similar a países como Francia, Bélgica o Dinamarca, pero con una renta per cápita aproximadamente un 13% inferior a la media europea. Esto genera un esfuerzo fiscal desproporcionadamente alto para empresas y trabajadores.
Una de las grandes cuestiones es cómo afectan las recientes subidas del salario mínimo interprofesional a la creación de empleo. Albert Guivernau, director general de la Fundación Civismo, es tajante: "Se está notando y mucho, de hecho es una de las causas que explica que nuestro país tenga un crecimiento del PIB relativamente bueno, aunque no de PIB per cápita, pero se mantenga con las cifras de desempleo más altas de Europa".
"Prácticamente la mitad del salario de los trabajadores está destinado a cubrir impuestos, ya sean impuestos al trabajo o impuestos sobre la renta que se obtiene del trabajo"
Efectos sobre el empleo y la economía sumergida
El informe identifica una consecuencia directa de estas políticas: algunas empresas optan por reducir plantilla. "Si el salario mínimo interprofesional va creciendo mucho, hay empresas que han decidido pasar de cinco trabajadores a cuatro", afirma Guivernau.
Además, esta elevada presión fiscal alimenta la economía sumergida. El director de Civismo explica la correlación: "A la empresa le cuesta prácticamente el doble si lo hace legal que si lo hace ilegal, y para el trabajador también, porque le van a detraer una parte de IRPF que si lo hace de forma informal no se la van a detraer".
Esto convierte a España, junto con Italia, en uno de los países europeos con mayor economía informal.