¿Contaminamos a la hora de hacer pagos o transacciones? El Banco Central Europeo se ha pronunciado y ha publicado este lunes un estudio sobre la huella ambiental de los billetes en euros como instrumento de pago, el más utilizado por los europeos en el punto de venta.

Dicen desde el BCE que la huella ambiental por el uso de los billetes de euro ha sido baja: En concreto en 2019, de 101 micropuntos por habitante. Se trata de un dato que equivale a conducir 8 kilómetros en coche y que supone el 0,01 % del impacto ambiental total de la actividad anual de consumo de un europeo.

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¿Cuánto contaminamos con los billetes físicos?

El pago en efectivo lleva asociado un coste medioambiental, según el BCE.

¿Por qué contaminan nuestros billetes?

El BCE señala, en primer lugar, al consumo de energía en los cajeros automáticos y el transporte. A continuación, apunta al procesamiento de los Bancos Centrales nacionales, los de cada país, a la fabricación del papel y a la comprobación de su autenticidad en las tiendas.

Soluciones presentes, ¿y futuras?

Desde la entidad recalcan el compromiso del Eurosistema con el medioambiente y hacen hincapié en que la larga vida útil de los billetes y su utilización para numerosos pagos hacen que el impacto de su fabricación sea menor que el de su transporte y distribución.

El Eurosistema ya ha tomado medidas en favor del medio ambiente ¿Cuáles? destacan algunas como el uso del algodón 100 % sostenible y la prohibición de vertido de residuos de billetes.

El BCE dice además que estudia métodos alternativos para eliminar los residuos: como el reciclaje y la reutilización de los materiales de desecho, así como posibles mejoras del material y componentes utilizados en el proceso de impresión.

También unen sus fuerzas a esta lucha los fabricantes de cajeros automáticos, que dicen haber logrado avances en la reducción de impacto ambiental de sus máquinas y que, con esta nueva tecnología, han logrado disminuir un 35% su huella ambiental entre 2004 y 2019.