El 94% de los municipios españoles,o lo que es lo mismo, 7.346 ayuntamientos tienen una solvencia fuerte. De hecho, son la única administración pública que con su superávit ayuda a reducir el déficit público español. Lo dice Standard and Poors en su primer informe sobre este sector.

Su deterioro financiero a raíz de la crisis económica ha sido moderado. Sobre todo, si se comparan con la situación de las reinas de los excesos: las comunidades autónomas. El binomio ingresos sólidos y gastos más controlados ha dañado menos su ahorro corriente que el de las comunidades. La deuda municipal partía del 2,1% del PIB en 2005, un mínimo histórico y tocó techo en 2012 cuando aumentó 2,4 veces. Nada que ver con la deuda de las comunidades autónomas que durante el mismo período se multiplicó por 5,8. Y actualmente supera el 20% del PIB.

¿Dónde está el por qué? Unos presupuestos menos rígidos. Los ayuntamientos cubren servicios de urbanismo, recogida de basura o mantenimiento de calles, servicios que varían en función del tamaño del municipio. Frente a estos, las comunidades autónomas nos proveen de servicios como la educación y la sanidad que necesitan más recursos.

A esto hay que sumar según la agencia de calificación, que el Gobierno les haya brindado más apoyo tanto prespuestario como financiero. A corto y medio plazo el panorama también es favorable para los ayuntamientos. Las reformas de los últimos años, les ayudarán a seguir controlando el equilibrio prespuestario.