El presidente de EEUU, Donald Trump, releva a la fiscal general y al director del servicio de inmigración
La primera ha sido Sally Yates después de que se negase a defender en los tribunales el veto a inmigrantes y refugiados impuesto el pasado viernes. La Casa Blanca señala en un comunicado que ha traicionado al Departamento de Justicia. Apenas una hora después Trump, ha relevado hoy de su cargo al director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Daniel Ragsdale. El portavoz de la casa Blanca, Sean Spicer, defiende el veto a los refugiados del presidente por seguridad: "No sabemos cuándo esa persona cruza en nuestra frontera para hacernos daño, as, la idea de esperar cuando no sabes, podría ser esa noche, podría ser el día siguiente, podría ser la próxima semana ... La opinión del presidente es que no va a esperar, quiere asegurarse de que protegeremos la patria lo más pronto posible con cada medida que pueda".
Yates seguía en el cargo a la espera de que el Senado estadounidense confirme al nominado de Trump para la Fiscalía General, el controvertido senador republicano Jeff Sessions.
Todo empezó cuando la fiscal general envío una carta a todos los fiscales del Departamento de Justicia filtrada por los principales medios de comunicación del país en la que decía no estar "convencida" de que la orden ejecutiva firmada el viernes por Trump para luchar contra el terrorismo yihadista fuese "legal".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, releva de su cargo al director en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Daniel Ragsdale.
Trump puso como nuevo director en funciones a Thomas Homan, que desde 2013 estaba al frente de la división del ICE encargada de las deportaciones, de acuerdo con un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
En el comunicado, el DHS no especificó los motivos de un relevo que llegó apenas una hora después de la destitución de la fiscal general en funciones. Ragsdale estaba al frente del ICE desde junio de 2012, cuando el expresidente Barack Obama lo puso en el cargo.
La Casa Blanca también ha recordado que con cerca de 2.750.000 deportados, Barack Obama ha sido el presidente que más inmigrantes ha expulsado del país en la historia de Estados Unidos.