El millonario negocio de las reposiciones en la guerra del streaming

La guerra del streaming está llegando a niveles insospechados. La nueva batalla se libra en el terreno de las reposiciones y las cantidades de dinero que se están usando como munición son apabullantes.

La última conocida puede superar los 1.000 millones de dólares. Es la cantidad que según medios estadounidenses como Hollywood Reporter va a pagar Warner Media, filial de AT&T, por asegurarse los derechos para tener en exclusiva en su nueva plataforma HBO Max un arma infalible: Big Bang Theory. Una producción de Chuck Lorre Productions y Warner Bros Media emitida durante 12 temporadas y 279 capítulos en la cadena de televisión CBS. Llegó liderar los ratings de audiencia con medias de entre 15 y 20 millones de espectadores.

La operación realmente la hace TBS, también filial de AT&T, que es quien tiene en origen los derechos de sindicación de la serie. Y la cantidad es por renovar esos derechos hasta 2028 y poder emitir de en exclusividad la comedia durante cinco años en HBO Max, su nuevo servicio de streaming, que mezcla contenido de HBO con programas y películas de Warner Media.

Pero parece que AT&T quiere tener el mejor ejército de contenidos para competir y no le importa lo que tenga que invertir. La compañía se aseguraba hace unos meses los derechos para emitir la serie Friends, que arrebata a Netlix a partir de 2020. Paga 425 millones para que HBO Max emita también en exclusiva los 236 capítulos de las serie durante cinco años.

A Friends o Big Bang Theory habría que sumar otros efectivos que sitúan a Warner Media como una de las más fuertes en la batalla: Juego de Tronos, Los Soprano, Pequeñas Mentirosas o El Príncipe de Bel-Air.

A Netflix también le “robaron” otra de sus principales armas, The Office. En este caso fue NBC Universal, que ha pagado 500 millones para incluirla dentro de su nuevo servicio de streaming, Peacock, que se estrena el año que viene. Pero Netflix no se rinde, y para contraatacar, cerraba también esta misma semana un acuerdo para tener en exclusiva la mítica comedia Seinfield. Paga Sony Pictures por ello 500 millones de dólares. Hace tan sólo 4 años, Hulu pagó por los derechos de emisión de la serie 130 millones.

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Contenido nuevo vs. antiguo

Pero, ¿por qué gastar tantos millones en estas series que tantos espectadores han visto? Pues por varias razones. La principal es que a los fans de estas producciones les encanta ver una y otra vez cada capítulo. De hecho, cuando se han emitido reposiciones en los canales de televisión por cable en EEUU los datos de audiencia han seguido siendo altos. Y en las propias plataformas de streaming ha ocurrido lo mismo.

Según Nielsen, en 2018 las series de Netflix que más tiempo pasaron viendo los suscriptores de la plataforma fueron, en este orden: The Office, Friends, Anatomía de Grey, NCIS y Mentes Criminales. Todas reposiciones y contenido no original. Durante al año pasado, Netflix produjo 140 programa originales, en las que gastó 12.000 millones de dólares. 

Los expertos estiman que la cifra puede llegar a los 15.000 millones este año. Por su parte, Apple ha invertido 6.000 millones de dólares en contenido original para su nuevo servicio de streaming, con estrellas como Reese Whiterspoon, Jason Momoa y Oprah Winfrey.

Pero parece que ceñirse sólo a ofrecer nuevas producciones no es una buena estrategia empresarial. Buena parte del atractivo de la nueva plataforma de Disney, por ejemplo, será el amplio catálogo de series y películas que la factoría ya tiene (y que en muchos casos ha retirado de otros servicios, como Netflix) de marcas como Marvel, Star Wars o su productora Fox