El sector de bienes de consumo experimenta un notable estancamiento en su crecimiento, según revela el último informe de Crédito y Caución. Vanesa Santos, responsable de comunicación de la entidad, advierte que el sector crecerá apenas un 1,8% este año y se reducirá al 1,3% el próximo, cifras que contrastan significativamente con el robusto 6% alcanzado en 2024.
"Es un sector que depende muchísimo de la volatilidad de los precios de las materias primas y de los costes de producción", señala Santos. Esta sensibilidad es particularmente problemática debido a los "márgenes comerciales muy estrechos" que caracterizan al sector, lo que provoca que cualquier incremento en costes repercuta directamente en los precios finales o deteriore aún más los márgenes.
El proteccionismo y los aranceles están jugando un papel determinante en esta desaceleración. Estos factores desestabilizadores obligan a las empresas a tomar decisiones difíciles: aumentar precios arriesgando perder clientes o reducir aún más unos márgenes ya de por sí ajustados.
La experta de Crédito y Caución identifica una clara diferencia en el riesgo según el tamaño y el canal de venta de las empresas. "Cuanto más pequeño sea el comercio minorista que se dedica a este tipo de sector, más riesgo de crédito prevemos", advierte Santos, quien añade que "las grandes empresas tienen como más colchón, acumulan más liquidez como para hacer frente a posibles imprevistos".
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Vanesa Santos, responsable de comunicación de Crédito y Caución, presenta el último informe de la compañía sobre
Los aranceles y el proteccionismo son los principales riesgos
El sector de bienes de consumo duraderos cuenta con una alta exposición a los riesgos geopolíticos y económicos, como la caída de los mercados bursátiles y la volatilidad de los precios de las materias primas. Estos factores están ralentizando su crecimiento. Un reciente informe de Crédito y Caución prevé que el crecimiento de las ventas mundiales sea de apenas el 1,8 % en 2025 y del 1,3 % en 2026. Hay que recordar que el sector experimentó un repunte del 5,8% en 2024, por lo que la desaceleración estimada para este año es significativa.
En el caso de Europa, la estimación de crecimiento se sitúa en el 3,8% en 2025 y en apenas el 0,1% en 2026. Los mercados que presentan mayores niveles de riesgo de crédito son Austria, Suecia y Francia. En el último caso, el aumento del desempleo que se está registrando en el país francés está incrementando la reticencia de los hogares a un consumo elevado debido a la falta de confianza en el futuro. Las existencias son bastante altas debido a los bajos niveles de demanda.
Los aranceles comerciales y el proteccionismo son las principales amenazas para este sector. Las posibles interrupciones de la cadena de suministro y la mayor volatilidad de los precios de las materias primas, la energía y el transporte podrían incrementar los precios minoristas de los equipos domésticos y, en general, afectar a la decisión de comprar de los consumidores.
Si los costes operativos aumentan sustancialmente, algunos minoristas podrían verse obligados a modificar sus políticas de abastecimiento y buscar nuevos socios para eludir las subidas arancelarias. Muchos tratarán de repercutir los costes a los clientes aumentando los precios para proteger unos márgenes ya de por sí reducidos.
Los operadores más pequeños de los mercados avanzados se enfrentan a mayores riesgos de insolvencia. Al mismo tiempo, los minoristas online están aumentando su cuota de mercado, lo que ejerce presión sobre los operadores tradicionales.
En este contexto, si quieren ser competitivos, deberán ofrecer servicios adicionales, ampliar su negocio online y mejorar sus capacidades digitales. Sin embargo, esto requiere una elevada inversión en un escenario de márgenes de beneficio ajustados, especialmente para los minoristas más pequeños.