Hoy nos escapamos a un lugar que hará las delicias de los amantes de la naturaleza y de quienes desean encontrar la paz en un ambiente idílico. Hoy nos vamos a Soria a recorrer la Laguna Negra

Dicen de ella que no tiene fondo, que un sinfín de laberínticas cuevas y conductos subterráneos la comunican con el mar y que un ser misterioso habita en sus entrañas devorando a todo el que osa sumergirse en sus aguas. Su profundidad ronda los ocho metros y debe su origen a los ciclos glaciares que modelaron el enclave.

Ubicado en la provincia de Soria, conforma uno de los más bellos parajes naturales de España, un hecho al que contribuye su paisaje bucólico nutrido de verdes praderas y bosques de pinos y hayas.



La zona se encuentra a 1.773 metros de altitud, aunque el reto de ascender el Urbión, donde nace el río Duero, la eleva hasta los 2.228. Si os animáis, podéis subir a lo más alto para obtener una bella panorámica proporcionando una sensación de paz que el viajero rescatará en momentos de añoranza.

Este Parque Natural enclavado en el Sistema Ibérico cuenta con una extensión de 4.617 hectáreas, que se reparten entre los municipios de Covaleda, Duruelo de la Sierra y Vinuesa.

El entorno es muy rico en especies tanto vegetales como animales. Es curioso destacar que la vegetación que predomina es más característica del norte europeo que de la Península Ibérica.



En cuanto a los animales, la variada vegetación permite que la fauna también sea variada. Podemos encontrar reptiles como el lagarto verde y la víbora áspid; anfibios, como el tritón jaspeado; mamíferos como ardilla, garduña, zorro, comadreja, tejón, ciervo, corzo y jabalí. También, si tenemos suerte, podemos llegar a ver lobos, nutrias y visones europeos.

No dejéis de visitar este lugar. La Laguna Negra es un regalo de la naturaleza que ve nacer a uno de los ríos más emblemáticos del país y que vertebra esos "Campos de Castilla" que embriagaron a Machado.