“Vemos la transformación digital como el impulsor más rápido de la historia”, asegura Luis Palacios, director de Infraestructuras en Cisco España, en la mesa inaugural del Día de la Empresa en Capital Radio. En un momento en que “una de cada cuatro empresas en España se está digitalizando”, cambian los modelos de negocio, las cadenas de valor y también la oferta de producto. Por tanto, quien no se adapte está destinado a desaparecer. Palacios augura que cuatro de cada diez empresas van a desaparecer de aquí a pocos años si no se digitalizan y explica que entre 2015 y 2015 se van a generar en España 350.000 millones de euros en torno a la transformación digital.



En la misma línea se manifiesta Fernando Asín, gerente de Mediana Empresa de Telefónica España: “Si se quiere competir a medio plazo hay que adaptarse a los cambios”. Pero todavía “la mayoría de las empresas tienen los mismos problemas para digitalizarse” y es que digitalización implica cambiar los procesos internos de cada empresa: “de nada sirve cambiar el modelo de aproximación de los canales si los empleados no cambian la forma de trabajar”.

En este sentido, Fernando García-Faure, director de Soluciones Cognitivas de IBM España, explica que en un proceso de cuatro fases la dificultad para la mayoría de las empresas es dar el salto a la tercera: “En la primera atacas los costes operacionales y buscas eficiencias; la segunda es modernización; la tercera lo que hace es conseguir que las empresas tengan su propia analítica de datos y la cuarta fase es el salto cualitativo, la transformación abordando nuevos procesos de negocio digitales”.

El director de Marketing y Ventas de Comunycarse, Víctor Magariño, alerta que esta democratización de la tecnología que poco a poco se va extendiendo todavía “no ha llegado al último bar de la esquina”. Cuando hablamos de digitalización debemos tener en cuenta que “el 97%-98% del tejido productivo español son pequeñas y medianas empresas”, que aunque impulsen las nuevas tecnologías dentro de sus modelos de negocio “tienen una mayor preocupación por pagar a sus empleados a final de mes”.

Es, por tanto, esta mayor democratización del desarrollo digital uno de los grandes retos que el tejido empresarial español tiene por delante. Y todo ello unido a la ciberseguridad, principal campo de batalla para todas aquellas empresas que se unan a esta nueva ola industrial.