La CNMC calcula que aporta anualmente 800 millones de euros a los consumidores de España, en forma de menores costes, gracias a sus actuaciones en defensa de la competencia y desmontando cárteles. La Comisión viene bloqueando medio centenar de pactos anti competitivos cada año."Esto redunda inmediatamente en mejores precios para los ciudadanos", según ha explicado su presidente, José María Marín Quemada, en el programa "Capital, la Bolsa y la Vida" a Luis Vicente Muñoz.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia recuerda que la economía digital es una realidad y se imponen nuevas formas de hacer negocio, por mucho que los sectores tradicionales se resistan. La visión sirve para interpretar las polémicas que se viven hoy entre taxistas y plataformas como Uber y Cabify, las viviendas turísticas o el servicio ferroviario.



Uno de esos retos es el contencioso abierto entre Fomento y el sector del taxi por las licencias VTC, que utilizan compañías como Uber o Cabify. Marín Quemada reconoce que es un asunto complejo, en el que el objetivo es encontrar un equilibrio. Es más difícil lograrlo cuando hay "muchos intereses" en juego.

El presidente de la CNMC argumenta que el mercado cambia gracias al aumento de la calidad y esto lleva a que los ciudadanos busquen nuevas alternativas que satisfagan sus necesidades: "Es una realidad que se impone felizmente. Es algo bueno para el empleo, las empresas y los ciudadanos. Los sectores tradicionales no lo tienen que ver como una expulsión del mercado sino como una oportunidad de negocio y modernización".

Otro de los aspectos polémicos en el que trabaja la CNMC es el que afecta al sector eléctrico, con el enfrentamiento de empresas como Iberdrola con el Gobierno, que no quiere que la compañía cierre sus centrales de carbón mientras sean todavía rentables. Marín Quemada no se pronuncia al respecto y únicamente pide que, en cuanto al sector de la energía, el regulador tenga "las mismas competencias" que en el resto de países europeos.

En cualquier sector sobre el que trabaje, el presidente del regulador reconoce que pueden surgir imperfecciones de mercado que igualmente serán perseguidas: "La economía española tiene cierto grado de cartelización, pero lo verdaderamente importante es que los mercados funcionen. Ese es el objetivo, no imponer sanciones".