Desde diciembre de 2011, son tres las entidades financieras rescatadas durante esta crisis (CAM, Unnim y Banco de Valencia), que tras unas ayudas públicas de unos 33.700 millones de euros han sido compradas por Banco Sabadell, BBVA y Caixabank, respectivamente, por un euro cada una.

Por un euro, Caixabank se adjudicó en noviembre de 2012 el Banco de Valencia intervenido por el Gobierno, pero en esa ocasión hubo un paracaídas. El FROB suscribió con la entidad barcelonesa un esquema de protección de activos hasta 2022.

En ese año, Unnim, también le costó un euro a BBVA en 2012 y, en ese caso, también hubo paracaídas. El Fondo de Garantía de Depósitos, que ya había ayudado a la entidad con casi 1.000 millones de euros, asumió el compromiso de hacerse cargo del 80% del deterioro de los activos durante diez años. En este caso, el supervisor bancario estimó que el coste para el contribuyente sería cero.

Un año antes, la antigua Caja del Mediterráneo (CAM) fue comprada por Banco Sabadell. El Fondo de Garantía de Depósitos inyectó 5.249 millones de euros para recapitalizarla y garantizar el 80% de las futuras pérdidas (unos 16.000 millones). El Banco de España aseguraba que la operación tendría "un impacto nulo" en el presupuesto del Estado.

92 años de existencia

A falta de apenas un mes para cumplir los 92 años, el Banco Popular ha concluido su andadura en solitario inmerso en una crisis bursátil y de solvencia. El Banco Popular fue constituido el 14 de julio de 1926 con el nombre de Banco Popular de los Previsores del Porvenir, con un capital inicial de diez millones de pesetas (60.000 euros).

La década de los 60 fue de crecimiento y desarrollo frente a la de los setenta, donde el sector bancario sufrió más la crisis. A mediados de los setenta, inició una expansión nacional duplicando en cuatro años el número de sucursales. A partir de 1972 fue Luis Valls Taberner, miembro del Opus Dei, era el que dirigía la entidad. Años más tarde, en 1987 se produjo la absorción por parte del Popular del grupo Popularinsa.

En 2008, el banco aprobó la fusión por absorción de cuatro de sus cinco filiales regionales, justo cuando la crisis financiera internacional golpeó a la entidad…no obstante, llevó a cabo la adquisición del Banco Pastor en 2010 bajo la presidencia de Ángel Ron.

Los resultados del banco no cumplían con las expectativas del mercado, por eso, en 2012, el Popular aprobó una ampliación de capital de hasta 2.500 millones de euros para cubrir parte de su déficit de capital sin acudir a los fondos públicos, a los que sí se acogieron otras entidades.

En los últimos meses Emilio Saracho sustituye a Ron, que llegaba al banco con la intención de que la entidad siguiera su camino en solitario. Las pérdidas de unos 3.500 millones en 2016 y la desconfianza de los inversores ante el rumbo incierto del banco han hecho el resto, arrastrando el precio de sus acciones hasta los 0,31 euros. Saracho, se va del banco tras apenas seis meses en el cargo y sin haber cumplido los objetivos de futuro que marcó para la entidad.