La operación entre BBVA y Banco Sabadell ha llenado cientos de minutos de radio y televisión, así como decenas de páginas, tanto salmón como generalistas. Más allá de una oferta entre compañías, este caso ha generado controversia por una cuestión de competencia en todo el sector. Aunque el Gobierno se ha mostrado contrario a una fusión entre ambas desde el primer momento, la hipotética adquisición no es sino un síntoma del apetito que existe en la banca nacional por las operaciones corporativas.

La concentración no es un problema para los bancos

Los grandes ejecutivos del sector bancario español se han pronunciado a favor de una mayor concentración y niegan que repercuta en la competencia

¿Hay falta de competencia en el sector?

Es el gran debate y la respuesta varía en función de a quién se le pregunte. Por el lado de la Administración es claro y notorio que las operaciones entre bancos supondrían, según el Gobierno, un golpe para la competencia del sector.

Si se atiende a las declaraciones de los principales ejecutivos bancarios de España, la conclusión es diferente. En la rueda de prensa posterior a los resultados anuales de Unicaja, su CEO, Isidro Rubiales, defendía: "Este es un sector muy competitivo con más o menos concentración".

Misma corriente de opinión que compartía el presidente de la malagueña, José Sevilla, que se apoyaba en el informe que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia publicaba el 15 de enero. Este menciona lo siguiente: "Los indicadores de concentración no permiten por sí solos valorar la intensidad de la competencia en el mercado de depósitos".

¿Estamos a las puertas de más operaciones corportativas en la banca española?

Es algo que el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, adelantaba hace unos días en rueda de prensa: "Hay espacio para fusiones".

Si se toma por cierta la hipótesis que plantea Gortázar, en un escenario de mayor concentración bancaria, el beneficiado, según Ana Botín, presidenta de Santander, sería el cliente: "La escala global y el tamaño nos permite invertir, y mucho del beneficio se lo pasamos a los consumidores".

Por el momento, BBVA-Sabadell aparte, las entidades esconden sus cartas.