Corría el año 2012. Isidro Fainé y Rodrigo Rato estaban hartos de desmentir el rumor por antonomasia: que La Caixa se quería comer a Bankia. Ahora, ocho años después, sus sucesores lo acaban de confirmar aflorando un mar de incógnitas. ¿Por qué Bankia y Caixabank? ¿Cómo quedaría la estructura de poder en el nuevo banco? ¿Recuperará el Estado lo invertido en el rescate de Bankia?

Te lo explicamos en este podcast de Expediente Abierto.

Las incógnitas de la posible fusión entre Bankia y Caixabank, resueltas

¿Por qué Caixabank y Bankia?

Se trata del tercer y el cuarto banco español. Sin embargo, algunas quinielas apuntaban más hacia Bankia y Sabadell, que habría ido a juntar a los bancos más débiles del Ibex. Otras miraban hacia Bankia y BBVA, que parecían estar en conversaciones más avanzadas. 

Finalmente Bankia se ha decantado por Caixabank. Todo apunta a que podría ser una forma de 'cerrar el círculo': que todo lo que queda de las fallidas cajas de ahorros, desaparezca.  

¿Por qué ahora?

La noticia de la fusión llega apenas días después de la lluvia de recomendaciones de fusiones bancarias por parte de las instituciones bancarias por antonomasia: el Banco de España y el Banco Central Europeo. Hace apenas unos días Luis de Guindos, que fue ministro de Economía en la época del rescate a Bankia, pidió como vicepresidente del BCE una consolidación del sector. 

Según fuentes de Capital Radio ha sido la presión del BCE la que lo ha acelerado todo.


¿Qué se juegan los accionistas?


En el accionariado de ambos bancos se esconden miles de accionistas minoritarios. Ante una posible fusión, todo apunta a que esta se materializaría a través de un canje de acciones, es decir, que un accionista de Bankia reciba X títulos de Caixabank por cada X títulos de Bankia, que sería la entidad absorbida.

Esto, a priori, no implicaría un cambio sustancial para el accionista que se quiera quedar después de la fusión. Sin embargo, para el analista Alberto Iturralde esto es una "trampa legal" que suelen hacer las compañías para no tener que lanzar OPAs. Esto podría beneficiar a un accionista minoritario porque se podría acoger a una mejor oferta que la que le impone el mercado. 


¿Qué se juega el Estado?

Con un 61% de Bankia, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria es el accionista mayoritario de Bankia. Esto se debe a que el Estado invirtió más de 22.000 millones de euros en el rescate de esta entidad.

Para recuperar ese dinero de los contribuyentes, el FROB tendría que vender su participación. Sin embargo, con la fuerte caída que ha sufrido la acción en los últimos años, la venta inmediata no merecía la pena.

Con la posible fusión con Caixabank, el FROB pasaría a ser accionista del nuevo banco con una participación equivalente al 15%. Si el mejor desempeño del negocio de la entidad resultante animara la cotización, el Estado podría recuperar una mayor parte de lo perdido.

Sin embargo, expertos como Juan Abellán, profesor de banca en EAE Business School, consideran que "nunca se va a recuperar todo lo invertido en el rescate".


"Los más de 22.000 millones del rescate de Bankia no se van a recuperar nunca"

Análisis de Juan Abellán, profesor de EAE Business School

¿Cómo queda la estructura del poder del nuevo banco?

La gran pregunta es si el Estado podría imponer como condición a la fusión que Goirigolzarri fuera el presidente de la entidad o si el nuevo banco cambiaría totalmente la cúpula para dejar atrás cualquier rastro de Bankia o Caixabank. Las apuestas de los expertos apuntan a que Goirigolzarri pasaría a ser presidente no ejecutivo del banco resultante y Gonzalo Gortázar se convertiría en consejero delegado.