El desempleo urbano en China se situó en el 4,04 por ciento en el mes de marzo, una centésima menos que en el mismo mes de 2015. Según los datos que ha publicado esta mañana el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social, durante el primer trimestre de 2016 se han creado casi 3,2 millones de nuevos puestos de trabajo en las ciudades chinas, donde vive el 55 por ciento de la población.

En febrero, este ministerio anunció que se iban a despedir 1,8 millones de trabajadores de los sectores del carbón y el acero dentro de la estrategia de reestructuración industrial impulsada por Pekín. Precisamente la agencia Xinhua ha anunciado que China ha exigido a sus bancos que adopten un modelo diferenciado para los préstamos a las compañías e individuos afectados por la reorganización de las industrias afectadas por la sobrecapacidad.

Las instituciones financieras deben satisfacer la demanda razonable de capital, pero interrumpir los préstamos a las compañías deficitarias, según han publicado los reguladores financieros, entre ellos, el banco central. La norma permite conceder préstamos a las firmas capaces de devolver las deudas para ayudarlas a superar las dificultades y anima a que se preste a los trabajadores despedidos que comiencen sus propios negocios.

Los bancos deben ayudar a lidiar con las deudas empresariales y los activos no rentables a través la reestructuración de la deuda y la quiebra o bancarrota, y prevenir casos aislados que puedan convertirse en riesgos sistémicos y regionales.