Así lo ha manifestado el presidente del Centro de Investigación del Consejo de Estado, Li Wei, según desvela China Securities Journal. Dice que China afrontará dificultades para cumplir con la meta de crecimiento debido a la ralentización de la demanda global y al alza de los costes laborales. "En los últimos 30 años de reforma y apertura, el producto interior bruto (PIB) de China ha marcado un aumento anual de en torno a un 10 por ciento", asegura Wei.

 

 

Por cierto que los reguladores chinos piden a los inversores locales que no se alarmen si las instituciones extranjeras “hablan mal” de la divisa china porque, aseguran, el yuan se ha mantenido relativamente estable y más fuerte de lo que debería dada la significativa depreciación de las monedas vecinas frente al dólar.

La cifra de un crecimiento mínimo de un 6,5 por ciento anual en el próximo lustro hasta 2020 fue fijada por el presidente del país, Xi Jinping, que estimó que el PIB no debe crecer por debajo de ese ritmo si quiere cumplir con sus objetivos de duplicar sus cifras de crecimiento de la economía y de ingresos per cápita de 2010 a 2020.