China depende demasiado de la financiación interbancaria. Así lo advierte Moody’s en un nuevo informe.

Los bancos chinos necesitan retirar fondos de otros bancos para satisfacer sus propias necesidades de financiación. Esta forma de actuar podría contagiar a otros bancos.

Sin embargo, los cuatro mayores bancos de China no dependen de este mercado interbancario y actúan como proveedores de fondos. Esto hace que su base de depósitos sea más fuerte y que su estrategia de crecimiento sea más prudente.

Pero el resto de bancos sí han aumentado su dependencia en los últimos años y han expuesto a bancos individuales a un mayor riesgo de interrupciones y mayores costes en la financiación.

Lo que más preocupa a las autoridades chinas es que la excesiva dependencia de los bancos más pequeños en los préstamos interbancarios para financiar las compras de bonos pueda provocar una burbuja en los precios de los activos.

Si bien el banco central de China podría inyectar la liquidez necesaria para hacer frente a los riesgos sistémicos, los bancos que dependen más de los fondos pueden seguir vulnerables a un aumento en los costes de financiación, lo que podría afectar a su vez a su situación de crédito, según Moody’s.