La junta de política monetaria del Banco de Japón destaca en su reunión de octubre que tanto sus previsiones de crecimiento como su meta de inflación encaran riesgos. Durante el encuentro se menciona la posibilidad de activar estímulos adicionales.

Según mostraron las minutas publicadas del encuentro celebrado el pasado 30 de octubre, los miembros de la junta destacaron nuevamente el peligro que supone la ralentización de las economías emergentes. Varios de sus nueve integrantes estuvieron de acuerdo en que la entidad "debería realizar ajustes sin dudarlo" en materia de política monetaria si la tendencia subyacente actual de los precios en Japón varía y pone en peligro su meta de alcanzar pronto un 2 por ciento de inflación.

El BoJ activó en 2013 un programa de compra masiva de activos de cara a lograr que la subida de precios se situara en torno a ese nivel durante este año para así dejar atrás dos décadas de deflación. Sin embargo, y aunque la tendencia subyacente aún indica una presión alcista de los precios, la entidad ha tenido que retrasar la consecución de este objetivo debido a los efectos de la aguda caída del crudo, que ha neutralizado el plan de estímulo del banco central nipón.

Uno de los miembros de la junta mencionó que "una serie de medidas adicionales serían posibles", y que "no se les podría límites si son necesarias". Desde hace meses, muchos analistas están a la espera de que la entidad anuncie un paquete de estímulo adicional para impulsar su plan y el crecimiento económico en el archipiélago, que volvió a registrar recesión técnica entre abril y septiembre.