El Gobierno de Japón propone un debate a nivel global para adoptar medidas que estabilicen los tipos de cambio de divisas. Con el objetivo de frenar la volatilidad en los mercados internacionales de cara a la próxima reunión del G20.

El ministro de Finanzas, Taro Aso,  dijo que a Japón le "gustaría" que estas "políticas de cooperación" fueran estudiadas en la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 que tendrá lugar entre el 26 y 27 de febrero en Shanghái. Aso reconoce que este cambio brusco de divisas es algo que no quiere su país. Tras la reunión del consejo de ministros reconoce que están vigilantes y que responderán adecuadamente.

"Vigilaremos detenidamente cómo se desarrolla la situación en el mercado de divisas y responderemos adecuadamente cuando sea necesario", añadió el titular de Finanzas, quien, sin embargo, no quiso pronunciarse sobre una posible intervención para comprar dólares estadounidenses para frenar el alza del yen.

Por su parte, el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, calificó una compra de yenes como un movimiento un tanto excesivo. A pesar de que el alza del yen está perjudicando a los exportadores nipones, que aprovechan la debilidad de la moneda local para potenciar la compra de acciones, y está infundiendo la aversión al riesgo entre los inversores de Tokio, una tendencia que se está extendiendo globalmente ante el desplome de los mercados.