Cuando el río suena... ¿agua lleva? Siemens Gamesa vuelve a estar en el punto de mira y a tiro de OPA. Los rumores sobre que la compañía pueda ser opada cobran cada vez más fuerza después de que el fondo Union Investment, el brazo inversor de la alemana DZ Bank, haya exigido a Siemens Energy que lance una OPA de exclusión sobre Gamesa para hacerse con la participación de la energética que no está en sus manos (33%).

Una operación, que a los precios de cotización actuales supondría unos 4.600 millones de euros.

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¿Es la OPA de Siemens Gamesa la única solución para la compañía?

El reclamo de DZ Bank, accionista de Siemens Energy, para que lleve a cabo una OPA de exclusión sobre Gamesa ha impulsado el valor en bolsa de la compañía

Desde el año pasado se viene hablando en el mercado de que la mejor solución para los números rojos de la compañía sería una oferta pública por parte de su matriz. En un primer momento, Goldman Sachs veía un 15% de probabilidades de que esta saliera adelante, pero ahora, algunos analistas consideran que la operación podría tener cada vez más sentido.

Ignacio Cantos, de ATL Capital, señala que" es una posibilidad de la que se ha hablado muchas veces para darle valor a Siemens ahora que está teniendo bastantes peticiones de turbinas en el mercado del gas; pero este valor no se está viendo reflejado en bolsa por el lastre de Gamesa".

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A principios de este mismo año, Deutsche Bank veía la operación interesante a un precio de 21 euros por acción que supondría una importante prima de casi el 30% para sus accionistas.

Hay quienes califican de horroroso el último año de Siemens Gamesa en bolsa. En el último ejercicio han sido varios los profit warnings que ha lanzado. El último de ellos el mes pasado, en el que advertía de pérdidas millonarias, de posibles ventas de activos en el sur de Europa y de una caída del 9% de sus ingresos.

Una noticia que hacía ahondar más a la compañía en sus pérdidas en bolsa haciéndola retroceder más de un 14% en una sola sesión- porcentaje muy parecido a los registrados en julio del año pasado con otro de sus profit warnings- y en noviembre, afectada en esta ocasión por el adelanto de malas previsiones de Vestas.

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En el último mes, sus títulos retroceden un 10% alejándola poco, o más bien nada, del título de peor valor del Ibex 35 en 2021 con retrocesos superiores al 30%. Pero ¿cómo ha podido perder tanto Siemens Gamesa en apenas un año? Gonzalo Lardíes de Andbank, considera que las malas cuentas que lleva acumulando la empresa tienen parte de culpa.

El agotamiento de los inversores por la empresa no cabe duda de que se ha sentido en su cotización, por lo que la opción de que Siemens Energy se quede con todo cobra cada vez más sentido para Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter, que destaca que "tienen a Gamesa con recomendación de vender desde hace tiempo".

Las acciones de Gamesa han reaccionado con importantes subidas en esta ocasión en el Ibex, por lo que, al parecer, sería una noticia bien recibida por los inversores. Del mismo modo, los accionistas han abrazado la posibilidad de la operación en la bolsa de Francfort.

Aumentan sus posiciones bajistas

Al mismo tiempo, las apuestas bajistas han aumentado su presencia en el capital de la compañía, entre ellas el fondo de pensiones de Canadá que tiene una posición sobre la española del 0,63%.

Aunque no es la cotizada española con mayor presencia de este tipo de posiciones. Audax, Enagás o Indra superan en porcentaje de inversores bajistas a Siemens Gamesa.

Por su parte, la asesora del fondo Alhaja Inversiones, Araceli de Frutos cree que la matriz de Siemens Gamesa se podría beneficiar de llevar a cabo en estos momentos una OPA sobre la española- puesto que está mucho más barata que en otras ocasiones- pero no ve del todo claro que se vaya a producir, al igual que ha ocurrido en otras ocasiones en los que se ha planteado la posibilidad.

"Ya la descartó hace unos meses y no se ha vuelto a pronunciar en ese sentido", apunta de Frutos.

Por el momento, los esfuerzos de la compañía están centrados en escapar de las pérdidas en sus resultados y de recuperar la confianza a los inversores que parecen haber dejado a Gamesa a merced de su propia suerte en el mercado.