El regreso de Banco Sabadell a casa es una operación empresarial, pero tiene de mucho de gesto político, o más bien de regalo. La decisión hace más fuerte al Sabadell ante el tejido productivo de Cataluña, ante sus clientes en la región y ante los políticos socialistas, que al fin y al cabo son los que tomarán la última decisión ante la oferta de BBVA. Es decir, todos contentos.
Sabadell trabaja en Cataluña con más del 60% de empresas que facturan entre 10 y 100 millones de euros, alrededor del 30% de su red comercial está en la comunidad, y más del 40% de sus accionistas son minoristas siendo además muchos de ellos clientes. Es decir, dar muestra de independencia en la toma de decisiones en medio de la oferta del BBVA es síntoma de fortaleza y capacidad de maniobra.
"No olvidemos que el dinero es miedoso, y si hubiera temores no se anunciaría la vuelta a casa"
Pero la decisión de la cúpula de Sabadell es un regalo político: una muestra a los inversores extranjeros que no hay nada que temer con el dinero en Cataluña, una muestra de que con los gobiernos socialistas no hay tensión para las empresas. Es decir, una confirmación de la normalidad que se vive en la región. Porque no olvidemos que el dinero es miedoso, y si hubiera temores no se anunciaría la vuelta a casa.
¿Cómo impacta la decisión de Sabadell en la OPA de BBVA? La clave de la oferta es el precio y el canje ofrecido. BBVA aún se guarda bajo la manga la posibilidad de mejorar sus condiciones. Si aumentase la oferta y pusiese sobre la mesa dinero en efectivo, ¿que valoraría más el accionista? ¿el dinerito o la ubicación de la sede social? Una mejora de la oferta de BBVA haría levantar voces a favor del banco vasco ante el rechazo (ya expresado) del Gobierno a esta fusión. Una mejora de la oferta permitiría la creación de una entidad más fuerte como se reclama a gritos desde Europa.
Siete años después de llegar su sede social a Alicante, Banco Sabadell regresa a Cataluña. Explicamos todas las claves, empresariales, políticas y en bolsa, de la decisión,