El 22% de las empresas españolas ha sufrido impagos significativos durante 2025, un punto menos que en 2024, según revela la oleada de otoño del Estudio de Gestión de Riesgo de Crédito en España impulsado por Crédito y Caución e Iberinform.
Vanesa Santos, responsable de comunicación de Crédito y Caución, destaca que se está produciendo un cambio en el perfil de los clientes morosos: "Principalmente son los que pertenecen a sectores muy relacionados con la inflación o que dependen en gran medida de las exportaciones e importaciones".
Los costes laborales se han convertido en el principal factor perturbador de la solvencia empresarial en 2025, desplazando a la inflación que lideraba este ranking en 2024. Este cambio refleja el impacto de la subida del salario mínimo interprofesional.
A pesar del complejo contexto económico, las empresas españolas se muestran "bastante optimistas" respecto al cierre de 2025. La mayoría prevé aumentar su facturación y beneficios tanto este año como en 2026, aunque Santos advierte que "el elefante en la habitación está ahí", refiriéndose a las insolvencias que pueden hacer "un roto" a las empresas con liquidez ajustada.
Escucha lo que nos ha contado la responsable de comunicación de Crédito y Caución, Vanesa Santos.
La responsable de comunicación de Crédito y Caución, Vanesa Santos, nos presenta el último informe realizado junto con Iberinform sobre el incremento de los impagos este 2025.
El 22% de las empresas españolas ha sufrido impagos significativos durante 2025 de acuerdo con la oleada de otoño del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, que impulsan Crédito y Caución e Iberinform, en el que han participado los gestores de cerca de 800 empresas de todos los tamaños y sectores.
Esto supone una ligera mejoría de los niveles de impacto registrados hace un año. Sin embargo, señalan un cambio en el perfil de los clientes con morosidad ya que ahora proceden principalmente de sectores muy afectados por la inflación (8%) o que dependen en gran medida de las exportaciones e importaciones (6%).
El 77% de las empresas detecta algún tipo de deterioro en los niveles de solvencia o liquidez de sus clientes. Una de las principales novedades de 2025 es que los costes laborales se sitúa en primera posición en cuanto a los factores que afectan a la solvencia de los clientes, con el 39%. La evolución de la demanda continúa siendo el segundo elemento perturbador (36%), en línea con el nivel de 2024.

Atención a la inflación
Por su parte, sigue moderándose significativamente el deterioro en los pagos provocado por la evolución de los precios. Así, la inflación es señalada como un factor desestabilizador del comportamiento en pagos y la solvencia de los clientes por el 30% de las empresas, 10 puntos por debajo de los niveles de hace un año. El impacto de los costes financieros continúa disminuyendo y cae 12 puntos, hasta el 19%, y los costes de la energía descienden 3 puntos hasta el 22%.
Son también relevantes las tensiones geopolíticas (citadas por el 20% de las empresas) y la incertidumbre arancelaria, con el 11%, que aparece como elemento de deterioro.

A pesar del complejo contexto del riesgo de crédito que dibuja el estudio, las empresas prevén mayoritariamente cerrar 2025 con crecimientos tanto de la facturación (57%) como del beneficio (51%), muy por encima de las empresas que esperan caídas de ambas magnitudes (12% y 20%, respectivamente). El tejido productivo muestra su confianza en que podrá mantener esta dinámica el próximo año. Un 64% espera que sus niveles de facturación sigan remontando, frente a un exiguo 4% que espera que el próximo ejercicio sea peor que este en términos de ingresos.
