A las 06:00 horas CET, EE.UU. ha subido los aranceles del 10 al 25% a las importaciones de unos 5.700 productos chinos por un valor de 200.000 millones de dólares.

Nada más conocerse la decisión, China ha emitido un comunicado en el que lamenta "profundamente" esta medida y anuncia que tendrá que adoptar "las contramedidas necesarias". Aun así espera que ambas partes "trabajen juntas para resolver los problemas existentes por medio de la cooperación y el diálogo".

En este contexto hoy seguirán las conversaciones comerciales entre EEUU y China sin haber llegado aparentemente a ningún acuerdo en su primera jornada de la undécima ronda. Todo parece que ahora las conversaciones irán destinadas a lograr un pacto que permita retirar, rebajar o contener el impacto de esos aranceles. El viceprimer ministro chino, Liu He, pide negociaciones sinceras: "Vengo aquí con sinceridad. En las actuales circunstancias especiales, espero poder participar en intercambios racionales y francos con la parte estadounidense. Por supuesto, China cree que aumentar los aranceles en la situación actual no es una solución al problema, sino perjudicial para China, los Estados Unidos y el mundo entero. Así que nuestra salida debería ser resolver el problema práctico de una manera mejor para que finalmente podamos llegar al único resultado que es la cooperación".

Pekín insiste en que ha adoptado medidas de buena voluntad, como la bajada de aranceles a los vehículos, la reanudación de la compra de soja o la presentación de una ley para prohibir la transferencia forzada de tecnología.

El FMI ha reiterado en las últimas horas que las tensiones entre EEUU y China en la esfera comercial son una amenaza para la economía global.

Aunque el déficit comercial de EEUU con China se reduce en marzo a su menor nivel en tres años

Y eso que le ha crecido un 1,5% ese mes hasta los 50.000 millones de dólares. La clave de la reducción con China ha sido el incremento de las ventas de soja. Aun así la mayor asociación de empresas minoristas ha criticado la subida de aranceles, asegura que elevará los costes del sector, los precios y destruirá empleos. Por otra parte, la Comisión Federal de Comunicaciones ha prohibido a China Mobile entrar en el país por seguridad nacional y anuncia una revisión de otras compañías chinas.