La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, advierte de que resolver la guerra comercial será la prioridad de la cumbre del G20. Cita que se celebrará en Osaka a finales de mes.

Alerta Lagarde de que esas tensiones entre EEUU y China podrían reducir el PIB mundial en medio punto en 2020 aunque por ahora mantiene sus previsiones.

Porque no ve una amenaza de recesión global derivada de la creciente guerra comercial entre Washington y Pekín y los potenciales gravámenes de Estados Unidos a bienes y automóviles mexicanos.

Lagarde dijo a Reuters en una entrevista, sin embargo, que las amenazas de aranceles están afectando la confianza de las empresas y del mercado y que podrían desacelerar el crecimiento, que el organismo actualmente espera que mejore el próximo año.

"Un crecimiento desacelerado, pero crecimiento al fin y al cabo - un 3,3% a fines de este año, y ciertamente una economía robusta en Estados Unidos. Actualmente, en nuestro escenario base, no vemos una recesión", añade Lagarde.

Lagarde tiene claro qué va a decir en su discurso inaugural en esa cumbre del G20: "Creo que mi primer y principal mensaje será: 'no hacer daño'". Sabes, tenemos una recuperación en marcha que ha comenzado y que se está ralentizando. Si adoptan las políticas correctas, si no perjudican este proceso de recuperación, será beneficioso para sus respectivas políticas, y será beneficioso para el crecimiento global".

Para Lagarde, en un momento en que la inflación sigue por debajo de las metas establecidas por muchos bancos centrales, el FMI insta a los responsables de las políticas a mantener los estímulos hasta que "los próximos datos confirmen que las presiones inflacionarias van hacia los objetivos".

Lagarde recordó que en abril el FMI recortó sus previsiones de crecimiento global a un 3,3% para 2019 pero dijo que esperaban que la expansión se acelerara a 3,6% en 2020.