La agencia de calificación S&P Global Ratings considera que China no puede evitar al 100% una desaceleración de su PIB, tras “cuatro décadas doradas”. La ralentización de su economía se extendería hasta el año 2030, quedando en una tasa de crecimiento del 3,7%. Una de las causas sería el aumento en la tensión comercial con Estados Unidos, lo que llevaría a Pekín a intentar mantener una mayor autosuficiencia económica, que a su vez afectaría al crecimiento.

La firma de ratings establece tres posibles escenarios: con la subida al 25% de todos los aranceles en los intercambios bilaterales entre China y EEUU, el crecimiento del PIB de China comenzaría a caer, desde el 6,2% previsto para 2020, hasta el 1,3% en 2030, con un ritmo de expansión medio anual del 3,7% para ese periodo.

Por otra parte, si China introduce moderadas reformas en su economía y su relación con EEUU se estabiliza, su PIB crecería a un ritmo medio del 4,6% durante la próxima década. El tercer escenario contempla una mayor liberalización de su mercado y que China consiga llegar a un acuerdo con EEUU, con lo que el ritmo de expansión se aceleraría a un promedio del 5,4%.

La agencia advierte, en cualquier caso, de que este tira y afloja comercial entre las dos mayores economías mundiales, tendrá repercusiones en otros muchos actores: muchas economías sufrirían la caída de la demanda china, entre otros factores.