Primero Reino Unido restringe las ayudas sociales a los europeos y ahora Alemania sigue los mismos pasos. El gobierno de Angela Merkel endurece el acceso a las ayudas a los ciudadanos de la Unión Europea y les quita estas prestaciones a quienes no hayan cotizado nunca en el país. 

El partido socialcristiano quiere ponérselo más difícil a los ciudadanos europeos y lo hace a tan solo a un año de las elecciones. Con las presiones del partido derechista anti-inmigración, el ejecutivo de Merkel impulsa una nueva reforma por la que solo  los ciudadanos europeos con una estancia mínima de cinco años en el país, podrán beneficiarse de las ayudas. Mientras que la antigua ley fijaba un periodo mínimo de 6 meses para acceder a estas prestaciones sociales.

Hasta ahora, 16.700 españoles tenían acceso a este subsidio, pero después de que el Consejo de Ministros diera luz verde al proyecto, algunos se quedarán sin ello. Y aunque tal reforma también afectará a los españoles, no se encuentran entre los que más se han beneficiado de las ayudas sociales. Encabezan la lista los polacos, seguidos de los italianos, búlgaros y rumanos.

La máxima impulsora de la reforma es la ministra de Trabajo y socialdemócrata, Andrea Nahles. La ex sindicalista destaca que “quien nunca ha trabajado y depende de las ayudas públicas, debe solicitar estas prestaciones en su país de origen”.  Sin duda, se trata de un proyecto aprobado en plena ofensiva al gobierno británico contra los trabajadores extranjeros. Pues parece que Alemania no se ha tomado nada bien el triunfo del brexit y se lo quiere poner difícil a los británicos con las restricción de las prestaciones sociales.

Son ayudas denominadas Hartz IV e incluyen unos 450 euros mensuales, acceso a viviendas, facturas básicas y unos 150 euros por hijo. En total, 440.000 personas procedentes de otros estados de la Unión Europea cobraron esta partida.