Todavía ni ha entrado en vigor pero el fin de la política de hijo único en China ya tiene una clara repercusión: las empresas del sector de la infancia.

La decisión del Partido Comunista tuvo un impacto inmediato y disparó la cotización de empresas como el fabricante de biberones Pigeon que subió un 8% en la bolsa de Tokio y Kao, el fabricante de productos para el aseo personal que cerró con un ascenso del 3%. Por cierto que, el Nikkei de Tokio cierra semana por todo lo alto y rebota a un máximo de dos meses después de que el Banco Central del país haya decidido mantener sin cambios su política monetaria.

En  una jornada en la que el parqué hongkonés cerró a la baja, y dónde cotizan la mayoría de estas compañías, la lechera china Mengniu Dairy registró el mejor resultado del día en el Hang Seng, con ganancias de un 3,43% y otras como Goodbaby, fabricante de carritos y cunas, o Hengan, que produce toallitas y pañales, avanzaron más de un 2%. China Child Corporation, especializada en productos para el cuidado de la piel de los niños también recogió esta noticia con optimismo se disparó hasta un 20%.

Sin embargo, muchos analistas han advertido de que la baja natalidad de China, que es la razón que ha llevado al Partido Comunista a relajar su estricta planificación familiar, no sufrirá grandes cambios con la nueva regulación. Según Reuters, otros factores como el aumento de las rentas o la urbanización podrían tener un efecto mayor sobre el gasto en consumo. Por su parte, los padres chinos han acogido con indiferencia el fin de esta política. "El coste necesario para crear a un niño es demasiado alto en las ciudades", ha asegurado un padre en Xiamen.

Cerca de 90 millones de familias se podrían acoger a la nueva política de dos hijos, algo que aumentaría la población del país en 1.450 millones de personas en 2030, según la Comisión Nacional de Salud y Planificación.

SESIÓN MIXTA EN ASIA

En el resto de plazas, el S&P ASX 200 de Australia, ha cerrado con recortes. Han destacado las compras en las compañías de energía. Hoy nos fijamos en el sector de las infraestructuras. Dos de las mayores empresas canadienses están luchando por obtener el concurso de varias infraestructuras australianas.

La logística Qube Holdings ha cerrado con una subida del 4% después de haber comprado una participación del 20% de Melbourne Asciano. Su objetivo es bloquear la oferta de 8.900 millones de dólares que pone encima de la mesa la canadiense Brookfield Asset Management.

Este concurso refleja la creciente demanda de activos australianos, desde los puertos a las redes eléctricas y las plantas de desalinización, ya que, las empreas canadienses se sienten atraídas por la estabilidad de este país, la similitud cultural y el crecimiento económico. Las adquisiciones extranjeras de empresas australianas ascienden en lo que va de año a 69.900 millones de dólares. El año pasado se quedaron en 39.400, según Bloomberg.

Fotografía de Guzmán Lozano vía Flickr.com