La Comisión Europea ha propuesto suspender la parte comercial del acuerdo de asociación con el Estado de Israel, una medida que llega en un momento crítico del conflicto en Gaza. La propuesta también contempla sanciones a dos ministros israelíes considerados radicales, a colonos violentos, y paraliza la asignación de ayuda bilateral de aproximadamente 32 millones de euros.
Julio Guinea, profesor de Derecho de la Unión Europea en la Universidad Europea, califica esta iniciativa como insuficiente y extremadamente tardía en la Entrevista Capital con Luis Vicente Muñoz de este jueves.
La Comisión Europea propone suspender parcialmente el acuerdo comercial con Israel ante la crisis de Gaza, una medida que podría afectar al 30% de sus exportaciones.
"La Unión Europea llega tarde, tardísimo. Llegar con una suspensión parcial del pilar comercial del acuerdo cuando la cifra oficial supera ya los 75.000 muertos y la hambruna está confirmada en Gaza, digamos que es un fracaso moral"
El profesor Guinea recuerda que el acuerdo entre la UE e Israel contiene un artículo dos que establece claramente que en caso de violación de derechos humanos se deberían retirar ventajas comerciales. "No estamos retirando todas las ventajas que se podrían estar poniendo en riesgo dada la actitud del Gobierno israelí", añade.
La medida propuesta podría tener un impacto significativo en la economía israelí, ya que la Unión Europea es su principal socio comercial. "Estamos hablando de que el 30% de sus exportaciones pasan por la Unión Europea", explica Guinea, quien considera que esta es "una manera de hacerle daño a quien está manteniendo una guerra sin un mínimo de humanidad".
La parte comercial del acuerdo requiere únicamente mayoría cualificada para su aprobación en el Consejo, lo que facilita su implementación. Sin embargo, las sanciones personales, que entran en el terreno de la política exterior y de seguridad, necesitan unanimidad, lo que complica su aplicación efectiva.
Los desafíos de la implementación
Uno de los principales obstáculos para la efectividad de estas medidas será la trazabilidad de los productos. "¿Cómo se controla que algo que sale de un colono judío se exporta a la Unión Europea en términos aduaneros? Parece una misión casi imposible", advierte el profesor.
Guinea señala que Israel podría utilizar estrategias similares a las empleadas por otros países sancionados: "Esa misma ingeniería podría utilizarla el Gobierno israelí, tiene medios para ello. Si uno pretende realmente vulnerar las sanciones, las sanciones pueden ser vulneradas".
"Más que entrar en una guerra comercial, lo que se está intentando es darle un golpe en la mesa a un Estado que no respeta el derecho internacional humanitario y que tampoco hay visos de que esté luchando por respetar la convención que prohíbe el genocidio"
