El Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC) ha reafirmado su papel como infraestructura científica esencial, equipara la supercomputación al "cuarto laboratorio" para los investigadores. Este recurso permite a los científicos expresar modelos complejos y experimentar con la "infinitud de variables" que un problema puede contener. Gracias a esta capacidad, los cálculos que tardarían años en un portátil se resuelven "en cuestión de horas".

El supercomputador actual, MareNostrum 5 (MN5), es la culminación de una evolución tecnológica marcada por la Ley de Moore. Un solo chip Nvidia utilizado en la partición acelerada de MN5 es hoy más potente que todo el primer MareNostrum que se inauguró hace 20 años y ocupaba por completo la capilla en la que se edificó el primer BSC.

El MN5, que multiplica por casi 200 la capacidad de cálculo de su predecesor, se considera dos máquinas en una: una de Propósito General (CPUs), que resuelve simulaciones de química, biología o ingeniería, y una Partición Acelerada (GPUs de Nvidia), pensada exclusivamente para la Inteligencia Artificial (IA), la cual requiere procesar grandes datasets. Al momento de su inauguración, esta partición acelerada era el octavo ordenador más potente del mundo, contribuyendo a que el BSC sea actualmente el tercer o cuarto superordenador más potente de Europa.

Chip Nvidia BSC
El MN5 tiene 4.480 chips de Nvidia

La supercomputación al servicio de las pymes

La investigación en el BSC se organiza en cuatro departamentos, el de Ciencias de la Computación es el núcleo central. Las aplicaciones van desde lo más grande a lo más pequeño: el departamento de Ciencias de la Tierra investiga el cambio climático con el objetivo de desarrollar un gemelo digital del planeta, mientras que Ciencias de la Vida trabaja en medicina personalizada buscando el gemelo digital del cuerpo humano, mirando hasta el nivel celular.

Dado que el 90% de la investigación se financia con fondos públicos, el centro tiene el mandato de transferir la mayor cantidad de tecnología posible. Para ello, el Área de Innovación protege los resultados mediante licencias (a menudo de código abierto) o patentes. Cuando la tecnología de "frontera" es demasiado avanzada para que la industria la traccione internamente, el BSC crea sus propias spin-offs. Hasta la fecha, han constituido 14, centradas en el sector farmacéutico y la biomedicina y la biomecánica.

Mirando hacia el futuro, Europa está impulsando que la red de supercomputación se ponga a disposición de startups y pequeñas y medianas empresas (pymes) para mantener la competitividad europea en la era de la IA. Para facilitar este acceso, el BSC está habilitando la antigua capilla para albergar las AI Factories (dedicadas al sector empresarial) y está ampliando una sección de MN5 para ofrecer capacidad de cálculo exclusivamente a pymes que necesiten entrenar sus modelos de IA en fase de innovación.

Mare Nostrum 5 BSC