El precio de la luz crece sin freno durante las últimas semanas, y las empresas eléctricas se hacen su agosto con 7 récords históricos en lo que va de mes. Ni la rebaja del IVA del 21% al 10% ni las frecuentes llamadas a Bruselas con miras a ajustar el mercado eléctrico han servido al Ejecutivo para contener la escalada, y los años restantes de legislatura podrían convertirse en un infierno si no encuentran una solución pronto.

Soluciones extraordinarias a problemas extraordinarios ha debido de pensar Teresa Ribera. La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico abre por primera vez la puerta a una vieja consigna de sus socios de Unidas Podemos. Modificar las reglas del mercado para disponer “de toda la energía hidroeléctrica a través de un sistema concesional distinto, a través de una empresa pública, según se vayan liberando las concesiones hidroeléctricas, que permita intervenir o facilitar otra manera de ofertar energía”, comentaba durante una entrevista en Cadena Ser.

Dos de las razones que los expertos achacan a la tendencia alcista del precio de la luz son la subida del gas natural y los derechos de emisión de CO2, materias que escapan al control gubernamental. Entonces, ¿es buena idea crear una empresa pública de energía? Hablamos de una realidad plausible o solo un momento de locura transitoria…

Nacionalizar el mercado hidroeléctrico es la solución, ¿seguro?

Aunque todavía no se han concretado los detalles, la propuesta de la colación de Gobierno pasa por crear una empresa pública que aglutine las concesiones hidroeléctricas una vez expire su plazo de gestión privada. En las nuevas concesiones, sería el Gobierno quién tome el control de la producción hidroeléctrica, hasta ahora supeditada a las centrales de Endesa e Iberdrola.

Así, como reclaman desde la formación morada, podrían dar cobertura a todos los consumidores vulnerables al máximo y consumidores medios, que ahora asumen precios finales de la electricidad que poco tienen que ver con los costes de su generación. De acuerdo con sus consignas, la energía hidráulica, de muy bajo coste, es ofertada a precios propios de las centrales de gas por un mercado "oligopolístico".

Sin embargo, basta con escuchar a los expertos para comprender que el precio de la luz en el mercado mayorista no depende del almacenamiento del agua, sino de la especulación de precios que está sufriendo el gas natural y , los derechos de emisión de CO2.

De hecho, las centrales eléctricas de ciclo combinado (las que utilizan el gas como materia prima), son las que más peso albergan en la conformación de precios de la factura eléctrica. Por esa razón, el detonante de los máximos es siempre el marginal, el ciclo combinado. Y siguiendo esa lógica aunque existiera una empresa pública que aglutinara todas las centrales hidroeléctricas de España, el precio de la luz seguiría marcando máximos históricos cada día.

Otras alternativas...

El concurso está abierto a escuchar ofertas. Desde, Renovables en Menta Energía, Francisco Valverde, su máximo responsable cree que no hace falta crear una empresa pública. A su juicio "bastaría con que en las renovaciones de las concesiones se licitara solo el mantenimiento de las plantas y la generación la gestionara el operador del sistema (Red Eléctrica) con los precios necesarios para cubrir solo ese coste de mantenimiento. De esta manera la gestión de la generación sería para beneficiar al conjunto del sistema eléctrico y no solo para el lucro de compañías”.

La asociación de empresas productoras de energía eléctrica AELEC, aboga por una reforma de la tarifa regulada. La entidad asegura que el problema que tenemos en España y que no ocurre en Europa, son los pvpc, es decir, clientes acogidos a esa tarifa regulada que están expuestos al mercado mayorista.

En la arena política, la oposición choca frontalmente con la idea de una viraje intervencionista del mercado eléctrico. Bajo el paraguas de la derecha exigen que al Gobierno de Sánchez que "limpie" de impuestos la factura de la luz para que el comprador solo pague por la energía que se consuma.

Actualmente, el precio de la luz representa aproximadamente el 30% de la factura de los consumidores, mientras que el 70% restante corresponde a peajes de acceso a las infraestructuras de la red eléctrica, cargos e impuestos (21% de IVA-ahora transitoriamente el 10%-, el 5,1127% del Impuesto sobre la Electricidad, el 7% del Impuesto sobre la Producción Eléctrica- suspendido momentáneamente).

Ya hace tiempo que Ciudadanos reclama que el modelo gestión de las eléctricas se parezca menos al implantada en Venezuela, y siga más el ejemplo de la tendencia en Europa. Pero, ¿que hacen los grandes países del viejo continente?

Una fiebre que afecta a toda Europa

España lidera en las últimas jornadas el ranking de precios de consumo eléctrico, y por desgracia, no en cifras a la baja. No obstante, el sistema español no es el único que está pagando más por la luz que de costumbre. En base a la los datos publicados por la consultora Aleasoft, el precio del pool español ha estado en la media de los principales mercados europeos.

Por países Italia ha sufrido precios similares durante casi todo el mes, al igual que Reino Unido. Y Francia y Bélgica, aunque mejor posicionados, no se han librado de un precio por megavatio/hora generado superior a los 80 euros en los últimos 30 días.

Bien mirado, España es el quinto país de Europa (UE) con el precio de la electricidad y la luz más alto por hogar, y el cuarto con la proporción más alta de impuestos (Eurostat 2020). Una conclusión menos alarmante que la que sostienen algunos detractores del ejecutivo. Aunque no nos engañemos, las cifras siguen dejando más sombras que luces...nunca mejor dicho.