"Marzo de lluvias cargado, hace al año muy desgraciado”, dice el refrán. Y en la región del Medio Oeste estadounidense este mes de marzo llovió tanto que vimos unas inundaciones sin precedentes. Inundaciones que, aunque según el refrán podrían hacer a 2019 un año muy desgraciado, han llegado ‘como agua de mayo’, según Reuters, para un sector: para el de la gasolina en las costas estadounidenses. Escucha el reportaje en el siguiente podcast.

Cómo unas lluvias han disparado el precio de la gasolina en Estados Unidos

En lugares como Los Angeles o California del Sur el galón de combustible podría llegar a los 4 dólares, un nivel que no veía desde hace cinco años. Y todo por culpa de cómo afectaron esas lluvias al etanol.

El etanol es un componente fabricado con maíz que debe mezclarse con el combustible por obligación del gobierno porque así reduce las emisiones. Y con las intensas lluvias, las plantaciones de maíz del Medio Oeste americano se inundaron, echando a perder la cosecha, y las líneas de ferrocarril con las que se realizan las entregas de etanol tuvieron que cortarse. Con todo, la capacidad del sector del etanol se vio mermada en un 13%.

Los precios del etanol en las costas repuntaron al calor de la escasez de este producto, algo que, curiosamente, no vino nada bien a los productores del Medio Oeste porque no se pudieron beneficiar de ello por temas logísticos.

Esto desencadenó el caos: el escaso suministro de etanol provocó el cierre de algunas estaciones de servicio porque las licuadoras no tenían etanol para mezclar con la gasolina y asi cumplir con las normas gubernamentales. Y cuando la oferta escasea y la demanda se mantiene, el precio sube.

Y eso es lo que ha ocurrido en muchos lugares de Estados Unidos. El precio medio de un galón en Estados Unidos está en torno a los 2,74 dólares, pero en Arizona está en los 2,88 (un 17% por encima del nivel del mes pasado), en California está en los 3.78 dólares y, por lo menos en un condado de ese estado el galón ya ha pasado el nivel de los 4 dólares. Cada vez más cerca del máximo histórico que se alcanzó en octubre de 2012, cuando el precio medio del estado de California rondaba los 4,67 dólares el galón.