La larga y polémica historia entre las grandes tecnológicas estadounidenses de servicio digital (Google, Facebook, Amazon) y su actividad económica alrededor del mundo sigue su curso. Esta semana, la empresa del buscador ha arremetido contra el gobierno español y su popularmente conocido impuesto, la ‘Tasa Google’, con un recargo del 2% que deberán afrontar los usuarios de Google Ads. Una contramedida que no es un extraño proceder para la compañía estadounidense.

La contramedida de Google contra el impuesto español al servicio digital

Google ha anunciado un nuevo recargo del 2% a sus usuarios. Una contramedida en respuesta al impuesto español sobre el servicio digital.

Oficialmente es conocido como IDSD, Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, pero seguramente te suene más como ‘Tasa Google’. Un impuesto que grava, desde enero, a las grandes empresas tecnológicas que ofrecen sus servicios digitales en España con un 3% de las ganancias.

Pero Google, justamente, no se ha quedado con los brazos cruzados. En un comunicado enviado este miércoles a sus usuarios, la compañía de internet reveló que, a partir del 1 de mayo de este año, cobrará un recargo del 2% a todos sus clientes por los anuncios en Google Ads.

De esta manera, la empresa del buscador se suma a una contramedida similar, llevada adelante por Amazon España, quien anunció a principios de este año que gravará con el 3% a las compañías que venden productos a través de su plataforma.

Desde Google, señalaron que este recargo afectará a los anuncios realizados en España, sin importar el origen del anunciante. Y que tiene como objetivo cubrir parte de los costes relacionados a la nueva tasa impuesta por el gobierno español.

La situación en Europa

España, si bien es el país europeo más ambicioso con esta iniciativa, (pretendiendo recaudar más de 950 millones de dólares este año) no es el primero del continente en hacerlo. Francia ha sido otro de los pioneros. Aunque el impuesto francés, reactivado este año, afecta a menos servicios que el español.

Otra de las naciones europeas en gravar la actividad de las tecnológicas estadounidenses ha sido Italia, país que comenzó a aplicar un recargo del 3% ya durante el 2020. Impuesto que afecta a la publicidad digital y los servicios en la nube, y que pretende ingresar arriba de los 700 millones de euros. Otro ejemplo es el caso británico, cuyo recargo será del 2% sobre las multinacionales con ingresos superiores a los 500 millones de euros. Por parte de Google, ya han advertido que todos estos impuestos tendrán repercusión en el bolsillo de sus usuarios.

Dicha postura no es nueva por parte de la empresa con sede en California, ya que ha reaccionado de la misma manera en países como Austria y Turquía, con recargos hasta del 5%. Aunque un cambio sí parece estar gestándose a nivel político. Especialmente, tras el abandono estadounidense de la postura defensiva de la administración Trump para con el proyecto europeo propuesto por la OCDE, en favor de una más conciliatoria por parte de la administración Biden.

A propósito de esto, luego de la última reunión del G20 celebrada a finales de febrero, el Ministro Federal de Finanzas alemán, Olaf Scholz, se mostró positivo de cara al futuro. “La nueva administración me ha dado la impresión de que entienden la necesidad de un acuerdo en esto y de que van a trabajar en soluciones conjuntas con nosotros. Algo que me parece que es un gran éxito”, señaló.

Finalmente, en lo que respecta a la OCDE, esperan ya tener un proyecto listo para mediados de este año. No obstante, si volvieran a fracasar las negociaciones con EEUU, Bruselas ha asegurado que pondrán en marcha un impuesto digital europeo.