La undécima Cumbre de la OMC concluye sin acuerdos en asuntos clave
Incluso se han oído dudas sobre el futuro del organismo donde la toma de decisiones es cada vez más difícil. El director, Roberto Azevedo, esperaba repetir alguno de los avances de las anteriores cumbres y asegura que se siente muy decepcionado tras no conseguir acuerdos importantes: "A pesar de nuestros mejores esfuerzos, no pudimos cumplir con los plazos límite para la constitución de acuerdos. No es el primer plazo que no podemos cumplir pero sigue siendo decepcionante. Ni siquiera pudimos llegar a un acuerdo sobre programas más detallados. Y sé que para muchos la desilusión es particularmente amarga".

A su juicio, ha habido falta de flexibilidad entre los miembros para hacer las concesiones necesarias. De lo poco acordado en Argentina, lo más notable es un programa de trabajo para eliminar en 2019 los subsidios a la pesca ilegal, un tema antiguo y cuya resolución final es una incógnita.

La presidenta de la cumbre, la argentina Susana Malcorra, pronunció una frase que resume la situación: "Hay vida después de Buenos Aires. Había un temor en torno a lo pudiera pasar", reflexionó en rueda de prensa.

Tras haber logrado avances en la definición de nuevas reglas para el comercio global en las conferencias ministeriales de Bali (2013) y Nairobi (2015), los delegados de los 164 miembros de la OMC habían llegado a Buenos Aires con bajas expectativas, pero aún así el varapalo de la falta de acuerdos sustanciales en la ultima jornada de la cita se ha hecho sentir.

La comisaria de Comercio, Cecilia Malstrom, lamenta que no haya absolutamente ningún resultado en esa cumbre
Y lo califica como una ocasión perdida. Asegura que más de la mitad de los 164 países miembros de la OMC se niegan a discutir nuevas cuestiones y que eso es tramposo y ridículo. Por otra parte, se muestra confiada en que el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur se cierre en cuestión de semanas.