Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha avisado hoy en Londres de que "el momento de ralentización económica que estamos viendo eleva el riesgo de acontecimientos no esperados, en otras palabras, de shocks que son improbables que ocurran, pero podrían tener un impacto significativo".

Ha intervenido en la conferencia City Week, el ex ministro español de Economía defendió que, ante ese riesgo, los bancos deben seguir reforzando su nivel de capital, "especialmente en esos países donde un largo periodo alcista podría haber llevado a una subestimación del riesgo de crédito o donde la deuda privada es particularmente alta o creciente".

En respuesta a algunos actores del mercado que piden que se relajen los requisitos de capital, De Guindos apuesta por lo contrario, por reforzar los colchones de capital, de los que dice que no es solo una misión de los reguladores. También es en el interés de los bancos, para restaurar la confianza en el sector.

Pero lo cierto es que no ha dado más detalles sobre qué podría desencadenar esa posible crisis. Sí ha señalado que el mercado teme principalmente el efecto que la guerra comercial entre Estados Unidos y China puede tener en la economía y los mercados.

Sobre la supervisión bancaria, una de las nuevas tareas del BCE, que compaginará con el control de la política monetaria, ha dicho que ahora entre los principales retos está controlar la deuda no bancaria, que en su mayor parte se canaliza a través de fondos de inversión que prestan directamente a empresas y particulares. Para esto, Luis de Guindos cree que los supervisores deberían contar con herramientas para controlar esos riesgos y poder intervenir si detectan "fragilidades".

Pide más regulación para el sector financiero no bancario

También ha tenido palabras para el resto de actores del sector financiero que no son bancos. Dice que deberían someterse a los test de estrés. En concreto ha defendido que es necesario que el sector financiero no bancario tenga más regulación y una "supervisión más activa" para hacer frente a los riesgos que ha estado asumiendo en los últimos años. Esta viene siendo una de las reclamaciones habituales de la AEB, la Asociación Española de la Banca.

Para lograr eso, el vicepresidente del BCE ha señalado que la cooperación internacional es imprescindible, para desarrollar herramientas que permitan realizar test de estrés sistémicos que incorporen a los bancos y a las demás entidades.

A finales del año pasado, Google conseguía licencia bancaria en Lituania, en lo que ha supuesto el aterrizaje de las grandes tecnológicas en el sector financiero europeo. Facebook y Amazon ya tienen autorizaciones similares en Irlanda y Luxemburgo, algo que no gusta a los bancos al ser obligados por una directiva europea a abrir sus archivos sin reciprocidad ni similar trato: las tecnológicas, que pagan aún menos impuestos que la banca, sí que pueden mantener sus datos en secreto.