El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha afirmado en su comparecencia de hoy que está preparado para relajar su política en marzo si las turbulencias del mercado financiero o el efecto pasajero de los bajos precios energéticos reducen las expectativas de inflación.

Draghi ha señalado que la recuperación está progresando a un ritmo moderado, apoyado principalmente por las medidas de política monetaria del BCE y su impacto favorable en las condiciones financieras, así como en el bajo precio de la energía. La inversión permanece débil mientras las elevadas incertidumbres sobre la economía global y los riesgos geopolíticos pesan sobre el sentimiento de los inversores. Además, el sector de la construcción no se ha recuperado todavía.

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"Primero examinaremos la fortaleza del efecto importado de la baja inflación a los salarios domésticos y la formación de precios y a las expectativas de inflación", ha explicado el presidente del BCE. "En segundo lugar, a la vista de la reciente turbulencia financiera, analizaremos el estado de la transmisión de nuestros impulsos monetarios en el sistema financiero y, en particular, en los bancos", ha proseguido. Draghi ha añadido que "si cualquiera de esos dos factores conllevan riesgos a la baja para la estabilidad de los precios, el BCE no dudará en actuar".

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