El Museo Guggenheim Bilbao generó en 2019, último año en que no tuvo limitada su actividad por la COVID-19, una huella de carbono de 4.313 toneladas, equivalente al que produce la actividad de 120 familias vascas al año o 172 vuelos en avión Bilbao-Madrid.

El museo bilbaino ha calculado la huella de carbono que produce tanto su actividad directa como la indirecta, fundamentalmente los desplazamientos de su personal y el transporte de las obras de arte para sus exposiciones temporales, actividad esta última que supone un cuarto de las emisiones totales del Museo (unas 1.078 toneladas).

¿Qué supone todo esto? Lo analizamos en Mercado Abierto con Rogelio Díez, responsable de mantenimiento e instalaciones del Museo Guggenheim de Bilbao.

Escucha la entrevista completa en este podcast de Mercado Abierto:

El Guggenheim lucha contra lo "imposible" para no contaminar

Rogelio Díez, responsable de mantenimiento e instalaciones del Museo Guggenheim de Bilbao cuenta en Mercado Abierto los retos que tiene la galería para ser "neutra" en carbono

Otro 40 % del total de las emisiones de CO2 a la atmósfera del Guggenheim (unas 1.725 toneladas) proceden del consumo de energía para iluminar y mantener la climatización de sus salas a la temperatura requerida para la correcta conservación de las obras de arte que se exhiben y en el resto de estancias del museo.

"Este era uno de los problemas más importantes a los que nos hemos tenido que enfrentar", asegura el responsable de la gestión de esta política de "efecto" de la galería vasca.

Para reducir este impacto ambiental del museo, el Guggenheim Bilbao ha implantado diversas medidas como la sustitución de las lámparas de la salas por las de tecnología led, lo que ha supuesto una reducción de emisiones de 335 toneladas de CO2 y un ahorro en la factura de la luz de unos 170.000 euros al año.

Algo "imposible"

"La parte museística se ha subido también al carro de la sostenibilidad", asegura Diez quien hablar de "urgencia" a la hora de atajar el cambio climático y los efectos de la huella de carbono.

En cualquier caso, el experto insiste: "es imposible no contaminar nada".