La tasa de paro entre  los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) inicia el año situándose en el 5.47%, una décima menos de lo registrado en abril de 2008, antes de que se empezasen a notar los efectos de la crisis.


Es la primera vez que el porcentaje de parados en la OCDE desciende a niveles previos a la crisis económica, aunque el número de personas en situación de desempleo siga siendo mayor que entonces. concretamente, en Enero de este mismo año existían 2 millones de parados más que en abril de hace 10 años.


Esta caída en la tasa de desempleo se traduce en sustanciales descensos de ese dato en países como México, Canadá e Israel.


Dentro de la zona Euro, los descensos han sido más tímidos pero se han hecho notar en España, Portugal, Irlanda y Eslovenia; bajando dos décimas en cada uno de ellos.


Sin embargo, España continúa siendo uno de los Estados con mayor tasa de paro de la OCDE (16.3%) tan sólo por detrás de Grecia, que cuenta con un dato mucho mayor al resto de miembros (20.7%). Las menores tasas de desempleo correspondieron a Japón y República Checa, en ambos casos un 2.4%.


La tasa media de paro juvenil dentro de la OCDE se sitúa en el 11.6%, cifra que, aun habiendo disminuido dos décimas en diciembre, continúa suponiendo el doble del valor de paro absoluto. Este mismo dato, aplicado a España,  cerró 2017 en el 36.8% de los jóvenes de entre 15 y 24 años en situación de desempleo.