Enrique Ayala, analista de la Fundación Alternativas, ha repasado las decisiones tomadas en la cumbre de la OTAN en Lituania. Asegura que "Ucrania no puede ser ahora miembro de la OTAN mientras esté en guerra porque implicaría que el resto de países entrara en guerra con Rusia". Incluso si el conflicto queda "congelado" porque podría llamar, en virtud del artículo 5, al resto de países para que intervinieran.

Añade que, "haría falta una solución estable del conflicto para que se pudiera avanzar en su adhesión", por el momento se han dado una serie de pasos, eliminado algunos procesos pero hasta que no cumpla las condiciones y todos los miembros estén de acuerdo. Hay compromisos de caracter político y también militar.

Desde el punto de vista de Rusia, Ayala recuerda que su argumento para la invasión era que preservar su seguridad. Antes o después habrá negociaciones de paz, seguramente a final de año, porque la contraofensiva ucraniana no va demasiado bien.

Aquí tienes el podcast con la entrevista a Enrique Ayala

Análisis de la cumbre de la OTAN

Enrique Ayala, analista de la Fundación Alternativas, explica las conclusiones de la cumbre de Vilna.

Compromiso de más aportación económica

El analista de la Fundación Alternativas ha analizado los compromisos para apoyar a Ucrania económicamente y más allá para colaborar en la reconstrucción. Una de las garantías es el compromiso de seguir armándola para fortalecer su defensa y eso implica un mayor gasto aunque es dificil considerar que Rusia suponga un riesgo para los países del resto de la UE o de la OTAN.

Se han empezado a incrementar los presupuestos de defensa, ese 2% sobre el PIB de la Cumbre de Gales, es una base mínima, 11 países ya han alcanzado el compromiso. El gasto entre EEUU y Europa en armamento ya ha subido un 8%. Ayala adelanta que "la industria de defensa va a vivir un momento muy importante porque todo lo que se entrega a Ucrania hay que reponerlo y cuesta mucho dinero".

El otro punto importante de la cumbre, al margen de Ucrania es la aprobación de una estrategia de la Alianza Atlántica. Constituye "un bloque enorme, un documento de 4.000 páginas" en el que se define la estrategia en tres zonas y cinco ámbitos, entre ellos el espacial y el cibernético. Es este último se le da una gran importancia.