El nuevo Atlas de la Riqueza Española de EsadeEcPol ha revelado datos preocupantes sobre la distribución de la riqueza en España, mostrando que la desigualdad está aumentando ligeramente en los últimos años.
Juan Palomino, coautor del estudio, explica en la Entrevista Capital de este jueves que este trabajo pionero permite medir por primera vez la desigualdad de la riqueza a nivel de comunidades autónomas.
La brecha patrimonial se agranda: Más de 400.000 euros de media de diferencia entre un madrileño y un extremeño, según el último estudio de EsadeEcPol.
La riqueza es mucho más desigual que la renta
Uno de los hallazgos más impactantes del estudio es la diferencia entre la desigualdad de renta y riqueza. "La desigualdad en riqueza es mucho más alta que por renta", subraya Plaomino. Existen grandes diferencias entre comunidades autónomas tanto en riqueza media como en desigualdad y composición de activos.
El estudio confirma parcialmente la tradicional división norte-sur, aunque con matices. "Quizá la división es más periferia o la zona más costera, más rica junto con Madrid", explica Palomino. Madrid destaca como la comunidad más rica, seguida de Cataluña, Baleares y las regiones del norte. En el otro extremo, las regiones menos ricas son Extremadura, Andalucía y las dos Castillas. Por desgracia, el estudio no incluye datos de País Vasco y Navarra debido a su régimen fiscal independiente.
"El 50% más pobre tiene solo el 7% del total, mientras que el 10% más rico, el uno por ciento y los siguientes 9%, tienen en torno al 70% de la riqueza"
La vivienda: factor clave en la desigualdad
Un aspecto fundamental que destaca el estudio es el papel de la vivienda en la distribución de la riqueza. Históricamente, España no estaba entre los países más desiguales en términos de riqueza debido a la alta tasa de propiedad de vivienda incluso entre las clases medias y medias-bajas. Sin embargo, esta tendencia está cambiando.
"Entre 2016 y 2022 vemos que existe un ligero aumento de la desigualdad en riqueza", afirma Palomino, destacando que "la vivienda para inversión es la partida que más crece, mientras que la tenencia de vivienda en propiedad como primera vivienda disminuye", lo que refleja indirectamente el problema de acceso a la vivienda en España.