Menos producto, mismo precio. Esta práctica se ha convertido en habitual en los productos de alimentación en los dos últimos años. Es lo que se conoce como reduflación. Ahora Francia quiere prohibirla.

La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ha asegurado que esta práctica quedará vetada en Francia desde noviembre. "Vamos a prohibirla. Desde noviembre, todos los productos sujetos a cambios de cantidad tendrán que señalarlo en las etiquetas para no engañar más al consumidor", ha explicado Borne en una entrevista al diario Le Parisien.

Podcast: Francia prohíbe la reduflación

las empresas deberán especificar que el mismo envase contiene menos producto

Miguel Córdoba, profesor de economía financiera, considera que la reduflación es un fraude al consumidor, mientras Julián Salcedo, presidente del Foro de Economistas Inmobiliarios, recuerda que el peso del producto siempre se indica. José Ignacio Gutiérrez, vicesecretario general de la Confederación de Cuadros y Profesionales, advierte que los hábitos de compra de las mismas marcas envasadas explica que no siempre nos fijemos en la relación precio/peso.

Análisis: Francia prohíbe la reduflación

Analizamos el anuncio de Francia de prohibir la reduflación con Miguel Córdoba, profesor de economía financiera, Julián Salcedo, presidente del Foro de Economistas Inmobiliarios, y José Ignacio Gutiérrez, vicesecretario general de la Confederación de Cuadros y Profesionales.


La reduflación es una práctica cada vez más extendida en Francia, según han denunciado las organizaciones de consumidores en las últimas semanas tras realizar visitas de investigación a los supermercados. Explican que en un buen número de casos el volumen embalado disminuye, y el precio no solo no baja sino que incluso aumenta. Un fenómeno que se ha producido en prácticamente todas las estanterías de los supermercados, como helados, bebidas y todo tipo de alimentos.

La cadena de distribución Carrefour, la más importante de Francia, comenzó la semana pasada a marcar por su cuenta los productos afectados, en un intento de mostrar que la responsabilidad es del fabricante. En concreto las etiquetas de Carrefour dicen: "Este producto ha reducido su contenido y ha aumentado su precio".

Carburantes a pérdidas

Élisabeth Borne también ha anunciado que los distribuidores de carburantes podrán vender productos a pérdidas para intentar romper la espiral inflacionista de los combustibles. Se anula así una prohibición que data de 1963. La autorización se extenderá "durante un período limitado a algunos meses" sin que el Gobierno tenga que subvencionar los combustibles como hizo el año pasado tras la invasión rusa de Ucrania.

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