La confianza de los empresarios alemanes rompe tres meses consecutivos de récord tras una ligera caída en el mes de agosto hasta los 151,9 puntos desde los 116 del mes anterior. “La economía alemana no ha llegado a su límite de crecimiento, aún hay margen de subida”, ha señalado Klaus Wohlrabe, economista del Instituto alemán IFO.

Esto se debe a una peor valoración de la situación actual, aunque los empresarios teutones han aumentado sus expectativas para el segundo semestre de 2016. A las puertas de las elecciones en el país a finales del próximo mes de septiembre, los economistas alemanes se muestran optimistas porque, aseguran, “la economía del país parece no verse afectada por los desarrollos políticos globales”.

En concreto, la valoración de la presente coyuntura de negocio por parte de los empresarios ha caído en agosto hasta los 124,6 puntos desde los 125,5 de julio. En contraposición las expectativas han mejorado hasta los 107,9 puntos, frente a los 107,3 anteriores.

El optimismo de los economistas del IFO no está desencaminado, ya que la economía de la locomotora del Viejo Continente creció un 0,6% en el segundo trimestre del año, apoyada en el consumo privado y el gasto público.

La demanda doméstica aumenta ocho décimas en comparación con los tres primeros meses de 2017 y el gasto público alcanzó el 0,6%. También crece la inversión en construcción nueve décimas, y en maquinaria y bienes de equipo el alza alcanza el 1,2%

Por su parte, la confianza empresarial se moderó en agosto en el sector de ventas mayoristas y en el sector de ventas minoristas, sobre todo en los concesionarios de coches, aunque mantiene a niveles récord en el sector de la construcción.

El IFO se basa en las respuestas que dan unas 7.000 empresas de los sectores manufacturero, de la construcción, de ventas mayoristas y minoristas.