La economía alemana demuestra de nuevo su fortaleza en 2016, al registrar un crecimiento del 1.9% del Producto Interior Bruto (PIB), su mejor ritmo en cinco años. En concreto, la economía de la primera potencia europea aumenta dos décimas en comparación con 2015, y tres décimas, con los datos de 2014. Estas cifras superan las previsiones de los analistas, que esperaban un crecimiento del 1.8%. Sin embargo, habrá que analizar como evoluciona Alemania, de cara a las elecciones nacionales que afrontará en 2017.

Tanto el consumo doméstico como el incremento del gasto público impulsan el crecimiento del PIB. De hecho, el gasto estatal aumenta un 4.2%, frente al 2.7% del año anterior, como consecuencia de los refugiados que buscan asilo en Alemania. Mientras que el consumo de los hogares alemanes crece un 2% en este año.

Alemania también logra un superávit público del 0.6%, según la Oficina Federal de Estadística, Destatis.

La inversión en maquinaria y equipo contribuyen un 0.1% al PIB alemán, mientras que la construcción aportan 3 décimas a la economía germana. Por su parte, las exportaciones  de bienes y servicios aumentan un 2.5%, mientras que las importaciones lo hacen a un mejor ritmo (3.4% ).

Por su parte, Alemania cierra 2016 con casi 43,5 millones de ocupados, un 1% más que en 2015. Asimismo, la productividad laboral del país se sitúa en 1.2% en 2015, mayor que en el año anterior.