"Estamos instalados en una mediocridad estable y no salimos de ella. Los resultados en educación son coherentes con la mediocridad de la gobernanza del sistema educativo", asegura tajante Francisco López Rupérez, expresidente del Consejo Escolar del Estado y uno de los autores del estudio La calidad de la gobernanza del sistema educativo español. Sus palabras llegan después de que el Partido Socialista y Unidos Podemos hayan abandonado la Subcomisión del Pacto Educativo del Congreso, lo que da la puntilla a un pacto ya de por sí inestable y cada vez con menores probabilidades de éxito.



Los socialistas consideran insuficiente la propuesta financiera del gobierno, que ofrece 5.000 millones de euros hasta 2025, una partida que sí apoya Ciudadanos. El PSOE apuesta por un 5% de PIB para educación y aseguran que no volverán a la mesa hasta que exista ese compromiso. Un día después de la marcha de la formación liderada por Pedro Sánchez, Unidos Podemos también abandonaba la Subcomisión. Aseguran que no van a participar “en un paripé” y avanzan que trabajarán en iniciativas legislativas que superen la LOMCE, además de apoyar la convocatoria de movilizaciones.

La tan necesaria reforma educativa se encalla tras 15 meses de trabajo y después de que más de 80 comparecientes hayan pasado por esa subcomisión. La posibilidad de alcanzar un pacto se desvanece casi por completo mientras, según López Rupérez, el nivel educativo está totalmente estancado en España. “Existe un nivel insuficiente de formación en políticas educativas de las instancias de decisión”, asegura. Esa falta de formación en la materia de quienes toman las decisiones es precisamente uno de los principales motivos por el que la nota media de la gobernanza educativa nacional es de calidad “deficiente o muy deficiente”.

Tampoco ayuda el reparto del gasto, que arroja resultados muy dispares entre las diferentes Comunidades Autónomas. En otro informe, titulado Eficacia, eficiencia y equidad educativas en las Comunidades Autónomas. Financiación pública y políticas de mejora, se observa como existen regiones que gastan poco y obtienen resultados regulares en pruebas como PISA, como Canarias, Baleares o Andalucía. Existen otras comunidades; como Madrid, Cataluña y Valencia, con resultados eficaces y un nivel modesto de inversión. A la cola se situarían Murcia, Extremadura y País Vasco, con mucha inversión y “resultados bastante mediocres”.

15 meses de trabajo por la educación, ¿perdidos?


Precisamente, el exdirector general de Evaluación y Cooperación Territorial, Xavier Gisbert, asegura en Entre Líneas que “condicionar un pacto a un porcentaje del PIB es limitar la posibilidad de mejorar el sistema educativo por razones puramente económicas, algo que no da resultados”. Gisbert asegura que el sistema educativo necesita un cambio de estructura integral: “El problema del sistema educativo español no es que esté por debajo de la media de la UE y la OCDE sino que es un sistema educativo que no mejora". Algo a lo que considera que no ayuda la actual ley educativa, la polémica Ley Wert cuyas reválidas continuarán suspendidas a falta de pacto educativo: “La LOMCE no debía haberse aprobado nunca. No tiene unos criterios educativos lo suficientemente sólidos".

Otra de las claves del debate en España es la conexión entre el modelo educativo y el mercado laboral, que además ha sufrido durante los años más duros de la crisis económica la llamada fuga de cerebros y salida de talento nacional al extranjero. Actualmente la situación se está revirtiendo, como explica Carmen González Enríquez, investigadora principal del Real Instituto Elcano para opinión pública y migraciones. El perfil del emigrante español durante este periodo ha sido el de “una persona joven con estudios” que se marchaba principalmente por “la sensación de que las expectativas son pequeñas”. En el lado positivo, estos movimientos migratorios han permitido consolidar la idea de la necesidad de un mercado de trabajo y educativo europeo.