Los ciudadanos europeos gastan al año más de 24.000 millones de euros en drogas ilegales, según el Informe Sobre los Mercados de la Droga en la Unión Europea elaborado por el Observatorio Europeo de las Drogas y Europol.

El daño que provoca el mercado de la droga sobre la sociedad es mayor al daño que crea por su consumo. Es una de las actividades que más beneficios reporta a los grupos de delincuencia organizada. Además, es una amenaza para la seguridad de la Unión Europea porque afecta directamente a su economía y a las empresas legales. Es también una carga para los organismos públicos y, según el Informe, favorece su corrupción.

La droga más consumida por los europeos es el cannabis, que supone el 38% de este mercado ilegal, más de 9.000 millones de euros anuales. El mayor problema en los últimos años es la innovación tecnológica. Los grupos de delincuencia ponen en riesgo la salud de los ciudadanos, utilizando esta innovación para producir mayores cantidades y productos más potentes. Pero el cannabis no proviene solo de Europa, el tráfico con Marruecos ha aumentado en los últimos años.

La segunda sustancia ilegal más consumida es la heroína. Se calcula que cerca de 7.000 millones de personas toman esta droga. Esta sustancia es la culpable de la mayor parte de las muertes y costes sociales provocados por las drogas. La ruta de los Balcanes es la preferida por los traficantes para introducir la heroína en la Unión Europea.

Destaca también la cocaína, con un mercado minorista que ronda los 5.700 millones de euros, y el mercado de los estimulantes sintéticos, como la anfetamina o el MDMA, valorado en 1.800 millones de euros.

Para evitar los controles legales, los productores fabrican sustancias nuevas. Durante el año pasado, se detectaron 100 de estas sustancias y otras 560 están bajo la supervisión del Sistema de Alerta Rápida de la Unión.

Para reducir la oferta de sustancias ilegales Europa emprende varias iniciativas. Lleva a cabo actividades que atacan directamente la producción y el suministro de las drogas. Otras van encaminadas a terminar con aquellas personas que facilitan este comercio. La Unión quiere también revertir las situaciones de pobreza que impulsan a la gente a traficar con drogas para sobrevivir.

La Unión Europea sabe que sin compradores no hay mercado. Por ello, uno de sus principales objetivos es terminar con las situaciones que llevan a los ciudadanos al consumo.