Semana de tensiones más que risas. Semana de viajes y pocas cosas en claro, en definitiva, una semana más en este mundo en el que nos ha tocado jugar la partida.

Todo pasa por Bruselas. Bruselas: capital de occidente. Y en la reconvertida como ‘capital’ del mundo, todo pasa por Putin. De una tacada, la OTAN, el G7 y la UE se han visto las caras en una macrojornada diplomática para unificar posturas y acordar nuevas decisiones contra Rusia y en apoyo de Ucrania.

Escucha el resumen semanal completo en este podcast de El Balance:

Claves Economía | El Balance [25.03.2022]

Bruselas, capital de Occidente mientras de madrugada se alcanzan los pactos que tratan de atajar la guerra en Rusia o la falta de leche en el supermercado

La guerra cumple un mes y, dado que nada hace indicar que acabará pronto, se antoja esencial una nueva estrategia desde Occidente. La importancia de la cita era tal que Joe Biden se ha desplazado hasta Bélgica, acompañado de su interminable séquito presidencial.

De la interminable jornada del jueves (y viernes) han salido varios compromisos en todos los frentes: militares, económicos, políticos... y retóricos, con un listado no menor de advertencias.

Sobre la enorme mesa de la Alianza Atlántica hay dos miedos inmediatos: el papel de China a la que Jen Stoltenberg, secretario general de la Alianza Atlántica, le pide un papel más activo para disuadir a los tanques de Vladímir Putin y la posibilidad de que los delirios de Putin den paso a ataques químicos, nucleares o biológicos contra Ucrania y que todo cambie de un día para otro.

De momento, enviaremos más armas de los ucranianos, pero no decimos a dónde para que no lo sepa el enemigo.

Siguen las movilizaciones

En el sector del transporte se mantiene las movilizaciones y mientras el 75% del sector secunda el paro y el Gobierno se reúne con quien no tiene que hacerlo porque no son los convocante y el lío se despeja en los barcos pesqueros han dejado atrás la huelga porque dicen que van a esperar al martes, hay consejo de ministros y el más importante desde que empezó la guerra, para dar solución a la crisis provocada por Vladímir Putin.

¿Una de las soluciones? Bajar impuestos, pero…

La mujer que mece a Putin

En Moscú tenemos a la mujer, entre tanto, que le puede parar los pies a Putin. Ni siquiera Alina Kabaeva, supuesta novia de Vladimir Putin y 'primera dama en la sombra’ es, este mismo viernes, la mujer más poderosa de Rusia. Elvira Nabiullina, presidenta del Banco Central de Rusia y primera mujer de la delegación euroasiática en el G8 tiempo atrás fue ministra de Desarrollo Económico y Comercio.

Hoy decide sobre la política monetaria de un divisa que se intercambia como los "cromos", pero que ahí está en estos tiempos de guerra, tratando de aguantar como puede el envite de los tanques: el rublo.

Nabiullina es a Vladímir Putin lo que ‘chip’ a ‘chop’, su mejor ‘amiga’. Porque Nabiullina tiene el grifo del dinero. El dinero que financia la guerra. Nabiullina, en pocas palabras, tiene el poder de decirle Putin que ‘basta’, pero no lo hace. ¿Por qué? ¿Realmente cree que Ucrania deba de ser la nueva provincia de un imperio que ya no existe?

Lealtad es la palabra que lleva Elvira Nabiullina grabada a fuego y que muestra cuando se le pregunta si no sería mejor dejar caer a Vladímir Putin. De momento tiene vetada una dimisión que dijo que presentaría ante el presidente si pasaba lo que está pasando. Porque él se lo dio todo aunque ella es quien desde la sombra mueve los hilos de un sistema tan opaco como presidencialista que sin esta mujer no es nada y que sin su firma, sin la firma de la gobernadora del Banco Central de Rusia, se queda en papel mojado.

Terremoto en el mercado...

En el español otra vez porque estamos con el IBEX que no ganamos para sustos, pero en el Continuo, en el ‘hermano’ pequeño de nuestro selectivo tampoco es para menos lo que tenemos. La operación de este semana ha estado en lo inmobiliario y con viejos conocidos.

FCC se ha lanzado de lleno a por Metrovacesa. No quiere hacerse con el 100% de la promotora, al menos, es lo que parece aunque Carlos Slim no da puntada sin hilo y entre sus objetivos podría estar conseguir el ‘trono’ de mando o retar al Banco Santander dejándole la puerta abierta al resto de accionistas que pueden no ver tanto interés como el mejicano en la inmobiliaria.

Terremoto en la promotora inmobiliaria española con la OPA por algo más del 5% de la firma (aunque lo realmente importante es otra cosa) para conseguir controlar el 29,4% de un capital social que, en estos momentos, está en manos de la gran banca.

Una oferta que llega a una empresa con un reparto de poder muy claro y en el que el mercado importa poco.

Fusión, ¿ese es el futuro? ¿Una gran compañía de la construcción bajo la batuta de Carlos Slim? Más de uno ya nos ha dicho que sí.

Sin usar lo que tenemos

España tiene uranio y gas, pero no quiere usarlo. La mina de Retortillo, en Salamanca y el concejo de Subijana, en Álava son dos de los enclaves que podrían otorgar a nuestro país cierta independencia energética en un contexto tan volátil como el actual, pero la parálisis política y normativa nos deja en el dique seco.

El gas natural que nos llega de Rusia (junto con el petróleo) sigue inyectando, ahora y una semana después de las sanciones impuestas por Occidente, más de 800 millones de euros al gobierno de Vladímir Putin, recordemos, en guerra por el control de Ucrania.

El uranio del gigante euroasiático también lo traemos y nos abastece, en este caso, en más de un 38% del consumo total. El resto lo traemos de Canadá, Níger, Kazajistán, Namibia y Uzbekistán.

Con un precio en el mercado de futuros de Chicago de más de 58 dólares/onza, las inyecciones al Kremlin por la importación de este metal también son millonarias.

Y esto solo por parte de España.

... el cierre de esta semana

Va por las voces de niños ucranianos como este que escuchan. Desde el pasado 24 de febrero cuando comenzó la invasión de su país un niño como Antoni se ha convertido en refugiado. En un mes más de 1,5 millones de menores que han dejado atrás sus vidas, 75.000 al día. Cifras que no son números sino historias que a esta hora mientras yo les hablo y ustedes escuchan esperan a las puertas de Europa y abarrotan los pasos fronterizos huyendo del lobo feroz.